En medio del rechazo casi generalizado por la situación en Venezuela y el aumento de voces en contra de mandatarios que antes apoyaban a Maduro, el gobierno de Luis Inacio Lula da Silva aseguró que sigue con “gran preocupación” lo que ocurre en ese país, al tiempo que solicitó se cumplan las garantías con los líderes de la oposición.
En ese sentido, el Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño emitió un comunicado donde sentó postura sobre la situación en su vecino país, tras conocerse una nueva denuncia de graves violaciones a los Derechos Humanos contra opositores de parte del régimen chavista.
Al respecto, esa cartera comunicó que “aunque reconocemos los gestos de distensión del gobierno de Maduro -como la liberación de 1500 detenidos en los últimos meses y la reapertura de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Caracas-, el gobierno brasileño deplora los recientes episodios de detenciones, amenazas y persecución de opositores políticos”.
Asimismo, en la misiva se remarca que “Brasil señala que, para la plena validez de un régimen democrático, es esencial que a los líderes de la oposición se les garanticen los derechos básicos de ir y venir y manifestarse pacíficamente con libertad y con garantías para su integridad física”.
Por último, el comunicado indica que “Brasil también insta a las fuerzas políticas venezolanas a dialogar y buscar el entendimiento mutuo, basado en el pleno respeto a los derechos humanos, con miras a resolver controversias internas”.
Pese a esta nueva postura crítica de la gestión de Lula, el comunicado evitó hacer referencia al gobierno ilegítimo que encabeza Maduro.
Además, en las últimas horas se dio a conocer la medida de cierre de las fronteras entre Venezuela y Brasil, medida que fue tomada desde el gobierno de Maduro.
Según se explicó, la misma obedece a razones estrictamente “de seguridad” y se mantendrá – en principio- hasta el próximo lunes.