Tras la asunción del presidente de Estados Unidos Donald Trump para su segundo mandato, su llegada al poder ha generado incertidumbre en los mercados, especialmente en las economías emergentes como la argentina.
En su primer discurso oficial, el líder republicano delineó medidas clave que marcan el rumbo de su nueva gestión, como la imposición de aranceles y la lucha contra la inflación.
«Voy a comenzar inmediatamente a reformar nuestro sistema de comercio para proteger a los trabajadores estadounidenses y sus familias. En lugar de poner impuestos a nuestros ciudadanos para enriquecer a otros países, impondré aranceles e impuestos a países extranjeros para enriquecer a nuestros ciudadanos», afirmó Trump, anticipando una política económica proteccionista.
El mandatario estadounidense también destacó su intención de reducir la inflación, que cerró en un 2,9% interanual, mientras que el índice subyacente que excluye alimentos y combustibles se ubicó en 3,2%, ligeramente por debajo de las expectativas.
«La crisis inflacionaria fue causada por el gasto excesivo y la escalada de los precios de la energía. Por eso, hoy también declararé una emergencia energética nacional», añadió.
La consultora Puente señaló que las políticas arancelarias de Trump podrían llevar a la Reserva Federal (Fed) a adoptar un enfoque más cauteloso con respecto a los ajustes de la tasa de interés, actualmente en 4,50%.
«Es esperable que la Reserva Federal (Fed) adopte una postura más cautelosa en el ritmo de ajustes de la tasa de referencia (hoy en 4,50%), frente a un proceso de desinflación más lento al previsto meses atrás como consecuencia de los eventuales aranceles que se pondrían en marcha en la gestión de Trump», afirmaron.
Según su análisis, la ralentización en la desinflación podría beneficiar parcialmente a los bonos de alta calidad crediticia con vencimientos cortos.
Por su parte, Jorge Ángel Harker, analista de mercados internacionales en Adcap Grupo Financiero, destacó que «el mercado ya descontó lo malo de Trump, como el déficit fiscal, mayores aranceles y restricciones comerciales».
Sin embargo, considera que existen oportunidades atractivas, especialmente en Bonos del Tesoro con plazos de cinco a siete años, representando hasta un 30% de una cartera moderada.
En ese sentido, agregó: “A esto lo podría combinar con algunos corporativos americanos, que pueden ser bancarios o aquellos ligados a infraestructura, también en un plazo de cinco o siete años. Adicionalmente, se podría sumar exposición a acciones en sectores interesantes como de tecnología, inteligencia artificial, computación cuántica”.
Un factor adicional es la influencia de Trump en el mercado de criptomonedas. Según Harker, el presidente impulsará una mayor liberalización del sector.
En este contexto, Bitcoin alcanzó un nuevo récord de US$109.241, continuando con su tendencia alcista desde la victoria republicana en noviembre.
Asi mismo, en una jornada marcada por el feriado en Wall Street, el riesgo país argentino se mantuvo en 644 puntos básicos.
Sin embargo, las acciones argentinas que cotizan en Nueva York registraron caídas significativas, destacándose Banco Macro (-6,4%) y Banco Supervielle (-6,3%).
En contraste, el índice S&P Merval subió 2,1%, impulsado por empresas como Metrogas (5,4%) y Loma Negra (3,8%). En el mercado de bonos, los títulos más afectados fueron el Bonar 2041 (-1,4%) y el Global 2029 (-1%).