Envalentonado tras su fuerte discurso contra el «wokismo» en Davos, el presidente Javier Milei prepara un proyecto de ley para tratarse en sesiones ordinarias que se denominará «Igualdad ante la Ley» y que buscará terminar con la «discriminación positiva», mediante iniciativas como la eliminación de la figura de «femicidio», los cupos trans y el DNI no binario.
El objetivo del Ejecutivo es avanzar en la derogación de la Ley de Identidad de Género, algunos aspectos de la Ley Micaela; el DNI no binario, implementado en la gestión de Alberto Fernández; la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para personas Travestis, Transexuales y Transgénero y la Ley de Paridad Electoral en Ámbitos de Representación Política, entre otros.
El proyecto sería presentando dentro de unos meses, cuando ya finalice el período de sesiones extraordinarias y tendrá como eje también el de marcar agenda en el año electoral, en el marco de la «batalla cultural» que quiere dar el sector libertario.
Las fuentes aclararon que la normativa no derogará la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo de Argentina, ni la Ley de Matrimonio Igualitario.
La iniciativa fue anticipada este jueves, horas después del discurso de Milei en Davos, por funcionarios de Casa Rosada, que precisaron que la secretaria de Planeamiento Estratégico, María Ibarzabal Murphy, y el equipo que lidera el asesor presidencial, Santiago Caputo.
El Gobierno quiere cortar con «el trato diferencial ante la ley», lo que incluye además el cupo laboral para personas con discapacidad, que obliga al Estado a asegurar a las personas con discapacidad su derecho a trabajar, además del cupo femenino para integrar listas de candidaturas electorales.
«Es una locura que haya una pena mayor por un homicidio contra una mujer que la que hay contra un hombre», argumentaron en Casa Rosada, al referirse a la figura de femicidio. «El Estado no puede hacerse cargo de cada sector que se considere minoría, hay infinitas minorías. ¿Saben cuantas personas tienen el DNI no binario? 1.200, en un país de 48 millones. Es un delirio focalizarse en iniciativas para mil personas en un país de millones», agregaron