Los cinco diputados radicales «con peluca» ratificaron en las últimas horas que votarán por la eliminación de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), proyecto que envió el Poder Ejecutivo al Congreso para la discusión en las sesiones extraordinarias.
De esa forma, se diferenciaron de otros espacios dialoguistas, como el PRO, que no están dispuestos a votar la eliminación, sino la suspensión por esta vez de esa instancia electoral. El gobierno libertario quiere eliminarlas debido al gasto de fondos que implica y el poco uso que le dan los partidos, que en varias ocasiones se presentan a esa instancia sin competencia interna.
Quienes integran este grupo son el tucumano Mariano Campero, el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi, el misionero Martín Arjol y el correntino Federico Tournier (éste último presentó un proyecto en el mismo sentido).
El resto del bloque radical que preside Rodrigo de Loredo no comparte la mirada de eliminar las PASO y sólo aceptarían la idea de suspenderlas este año. En un posteo simultáneo y casi idéntico, los cinco diputados dieron a conocer ocho argumentos por los cuales respaldan la iniciativa del Gobierno, bajo la premisa general de que “es necesario el ajuste a la política”.
En primer lugar, señalaron que “el problema de los partidos tradicionales no puede ser resuelto a costas de los ciudadanos” y por lo tanto pidieron que que lo resuelvan los políticos puertas adentro, sin gastar dinero del sector público».
En segundo término, consideraron que “las PASO son un mecanismo de recaudación para partidos chicos y para candidatos”, y advirtieron que “muchos ganan cifras millonarias”.
A su criterio, las PASO “son excesivamente onerosas” y por otro lado “no generan competitividad”. Sobre esto, indicaron que “en 2023, de 15 partidos que se presentaron solo cinco lograron más del 1% de los votos”. Además, resaltaron que “de las últimas 12 elecciones internas, solo tres fueron competitivas”.
En este sentido, comparten la idea de que las PASO funcionan como “una gran encuesta general” más que como herramienta para dirimir democráticamente las internas partidarias, lo cual “debilita su propósito”.
Otro argumento que plantearon para oponerse a la continuidad de las PASO es que, a su juicio, “inmovilizan a los poderes Ejecutivo y Legislativo, que comienzan el año haciendo rosca” electoral en lugar de dedicarse a la función que les asigna la Constitución nacional.