Desde el 17 de febrero, la provincia de San Luis realizará el primer sorteo para determinar qué funcionarios de los tres poderes del Estado provincial deberán someterse a un narcotest obligatorio a través de la lotería provincial.
La medida, establecida por ley, busca detectar el consumo de cocaína, marihuana, anfetaminas y otras sustancias, con sanciones severas para quienes den positivo o se nieguen a realizar el estudio. La prueba piloto se había realizado en noviembre de 2024.
El control afectará a 1.500 funcionarios, entre ellos jueces, legisladores, ministros y directores de organismos descentralizados. El análisis deberá ser costeado por cada persona sorteada y, en el caso del Poder Ejecutivo, un resultado positivo implicará la remoción inmediata del cargo mediante decreto.
El mecanismo fue detallado por Ricardo Bazla, secretario de Ética Pública y Control de Gestión de la provincia. “Todos los funcionarios están identificados con un número, que será entregado a la Caja Social y Financiera de San Luis, responsable de la Lotería», explicó.
¿Cuándo es el primer sorteo?
El lunes 17, con la presencia de un escribano público, se sorteará un primer grupo de 100 funcionarios.
Los seleccionados serán notificados por correo electrónico o WhatsApp y tendrán 24 horas para presentarse en la Facultad de Química, Bioquímica y Farmacia de la Universidad Nacional de San Luis, institución encargada de realizar los análisis.
“Quien se oponga o no asista a la segunda notificación, en el caso del Ejecutivo, cesa en sus funciones. En el Judicial y Legislativo, queda sujeto a jurado de enjuiciamiento o juicio político, respectivamente», detalló Bazla.
El narcotest obligatorio fue impulsado por la diputada Marisa Patafio, del espacio político del gobernador Claudio Poggi, quien asumió en 2023 tras vencer a la estructura de los hermanos Alberto y Adolfo Rodríguez Saá.
¿Como serán los exámenes?
Los exámenes buscarán la presencia de cocaína, marihuana, anfetaminas, opiáceos (morfina, heroína, metadona), barbitúricos, benzodiacepinas, antidepresivos tricíclicos, éxtasis y fenciclidina, entre otras sustancias.
El procedimiento consta de un ensayo de screening bioquímico y, si el resultado es positivo, el funcionario podrá solicitar una contraprueba mediante cromatografía de líquidos asociada a espectrometría de masas.