Crece el cierre de locales y depósitos de organizaciones piqueteras

Desde el inicio del gobierno libertario, la búsqueda fue achicar el alcance de las agrupaciones sociales.
Por: #BorderPeriodismo

Ni bien comenzó el Gobierno de Javier Milei, la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, junto a su par de Seguridad, Patricia Bullrich, tomaron la responsabilidad de terminar con el poder de los piqueteros. Hoy, casi la mitad de los grandes espacios que alquilaban las organizaciones como depósitos de mercadería y emprendimientos cooperativos, no fueron renovados por los dirigentes sociales.

Según consignó Infobae, se trata de organizaciones peronistas, como los que integran la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), integrada, entre otros espacios por el Movimiento Evita, que se referencia en el ex funcionario Emilio Pérsico; y de izquierda, como el Polo Obrero, que conduce Eduardo Belliboni.

Testimonios

Muchos de los dirigentes piqueteros reconocieron el “achique” de sus organizaciones: "Desde septiembre y octubre del año pasado empezamos a concentrar más las experiencias productivas y comunitarias, que antes estaban más distribuidas en los territorios, en menos lugares. A partir de fines de 2024 espacios grandes se fueron cerrando. Sostener un galpón, pagar la luz y el gas, el funcionamiento es carísimo”, explica el dirigente de la UTEP.

“Hubo varios procesos. Un proceso fue el de cerrar. Hemos cerrado un montón de talleres textiles. Otro proceso fue el de concentrar en lugares un poco más grandes y que funcionen allí las cooperativas productivas junto a los depósitos de alimentos -provincia de Buenos Aires nos sigue entregando- o centros educativos o centros de salud”, explicó.

Integrantes de la Unidad Piquetera y Territorios en Lucha lo cuentan así: "En general se cerraron galpones o espacios para mercadería, y concentramos las actividades en locales propios, partidarios o que todavía podemos bancar. Por ejemplo, en los espacios que se almacenan los alimentos que nos mandan desde provincias o algunos municipios, ahora realizamos también otras actividades, como un emprendimiento productivo o centro comunitario”.

Las razones

Sin la recepción de los cientos de miles de toneladas de alimentos secos que recibían por parte del Estado Nacional para distribuir entre los comedores que administraban, las grandes superficies que arrendaban quedaron en desuso.

Existen casos en que los dirigentes piqueteros no los alquilaban ya que los partidos políticos a los que pertenecen algunas organizaciones se los cedían, pero a cambio tenían que pagar las facturas de servicios como agua, luz y gas.

Una erogación que ya no se justificaba al cortarse la “tercerización” que estos realizaban de los alimentos, pero también al quitarles el poder que tenían sobre los beneficiarios de los panes sociales.

“Sin guita no hay piquetes. Sin el poder de los alimentos no hay extorsión. Les cortamos la intermediación por eso no tienen como hacer marchar a la gente. Ya no tienen poder de extorsionar a los más vulnerables”, sostienen desde Capital Humano al ser consultados por Infobae.

 

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