Skype, la emblemática plataforma de llamadas en línea de Microsoft, está en la recta final de su existencia. Según un aviso incluido en la versión preliminar más reciente del software para Windows, “A partir de mayo, Skype ya no estará disponible. Continúa tus llamadas y chats en Teams”. Este anuncio marca el cierre de un servicio lanzado en 2003, que fue pionero en las videollamadas gratuitas antes de la llegada de competidores como Zoom y Teams.
En el último año, la compañía ha llevado a cabo diversas modificaciones, incluyendo la eliminación de anuncios para mejorar la experiencia del usuario. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el número de usuarios ha caído de 40 millones en marzo de 2020 a solo 36 millones en la actualidad, lo que refleja la pérdida de relevancia de la plataforma en un mercado cada vez más competitivo.
Expertos y analistas apuntan a varios factores detrás del declive de Skype. Desde su adquisición por eBay en 2005 por $2,600 millones, la plataforma no logró adaptarse a las nuevas demandas del usuario. Microsoft compró el servicio en 2011 por $8,500 millones, pero su estrategia enfocada en Teams, un entorno de trabajo colaborativo, ha eclipsado la originalidad de Skype. Mientras Teams continúa ganando terreno, Skype parece estar relegado a un destino inevitable.
El adiós a Skype no ha sido abrupto. En julio de 2024, Microsoft implementó cambios para mejorar la plataforma, aunque estos esfuerzos han resultado insuficientes para retener a su base de usuarios. Solo dos meses atrás, la compañía presentó un modelo de suscripción, pero en diciembre se llevó a cabo una pausa en la venta de créditos, un signo más de la inminente desaparición del servicio.
Con esta situación, la compañía se alinea a un panorama donde cada vez más usuarios migran a plataformas que ofrecen una experiencia más integrada y moderna. A medida que el adiós se aproxima, Skype parece cerrar un capítulo importante en la historia de la comunicación digital.
