En la apertura del 143° período de sesiones ordinarias del Congreso, el presidente Javier Milei pronunció un discurso que generó gran expectativa en el ámbito político y tuvo repercusiones inmediatas en los mercados financieros globales. Durante el discurso mencionó que en los próximos días enviaría el proyecto del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tras semanas complicadas, esto generó un notable aumento en las acciones de empresas argentinas que operan en Wall Street. Sobre todo después de que Milei subrayara que la necesidad de alcanzar un nuevo entendimiento con el FMI es para respaldar las reformas económicas que se implementaron, así como para asegurar la estabilidad financiera del país.
El acuerdo permitiría al gobierno nacional comenzar la salida del cepo cambiario, tan criticado por los empresarios y referentes económicos del país. Anteriormente, Milei aseveró que este dejará de existir para antes del 31 de diciembre del 2025, aunque dijo que es "mentira" que se necesita salir del cepo "para crecer": También destacó que el documento que se firmará con el Fondo no significará un nuevo endeudamiento.
Este mensaje fue bien recibido por los inversores, como se evidenció en el rendimiento de las American Depositary Receipts (ADR) de diversas empresas argentinas negociadas en la Bolsa de Nueva York. Algunas de las compañías que más se beneficiaron de este clima optimista fueron Transportadora de Gas del Sur (TGS), que vio una subida del 7,5%; BBVA, con un incremento del 5,7%; Grupo Financiero Galicia, que creció un 5,2%; y Banco Supervielle, que avanzó un 5%.
Milei también planteó la posibilidad de celebrar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, lo que significó un cambio en las alianzas económicas del país, incluyendo la opción de salir del Mercosur.
Esta estrategia buscó abrir nuevas puertas comerciales para Argentina y diversificar sus relaciones en el ámbito internacional. Durante su discurso, el presidente enumeró algunos logros bajo su gestión, como la notable reducción de la inflación mensual de un 26% a poco más del 2% y el primer superávit fiscal en 14 años, atribuyendo estos avances a las políticas de austeridad y desregulación aplicadas desde el comienzo de su administración.
Sin embargo, no todo el panorama fue favorable, ya que ciertos sectores de la oposición y expertos en economía manifestaron su preocupación sobre la viabilidad de estas medidas y su posible impacto a largo plazo en la economía real y en la vida de la población.