El presidente de San Lorenzo, Marcelo Moretti, rompió el silencio luego de que se difundiera una cámara oculta que lo involucra en un supuesto cobro de coima vinculado a la contratación de un juvenil para las divisiones inferiores del club: "Me quieren manchar", aseguró.
En una comunicación telefónica con TyC Sports, el dirigente fue categórico: “Nunca recibí una coima”, afirmó. Y agregó: “No tengo nada que esconder. El dinero fue una donación y lo ingresé a la tesorería en el mismo acto”.
A horas de conocerse el video que sacudió al mundo azulgrana, Moretti denunció un ataque planificado en su contra: “Me están haciendo una cama”.
En ese marco, apuntó directamente contra sectores opositores dentro del club: “Tengo una calentura tremenda. El año pasado quisieron voltearme y no pudieron. Hoy San Lorenzo está tercero, va a construir su estadio en Boedo. El golpe es personal contra Moretti”.
El caso generó repercusiones inmediatas en la AFA. El Comité de Ética fue convocado para analizar el episodio y determinar si corresponde aplicar alguna sanción.
De comprobarse la conducta sugerida en la filmación, el titular del club podría ser juzgado bajo los artículos 22 y 23 del Código de Ética, que penalizan hechos de corrupción y cobro indebido de comisiones.
Las posibles sanciones incluyen advertencias, multas, suspensión, expulsión o la inhabilitación para ejercer cargos relacionados con el fútbol. La polémica está servida y la pelota, ahora, la tiene el Comité.
En el vídeo, se lo ve en una situación comprometida, que ha sido interpretada por muchos como una posible "coima". Ante este episodio, la reacción de los hinchas de San Lorenzo no se hizo esperar.
Socios y simpatizantes reclaman respuestas inmediatas, y algunos ya piden su renuncia al considerar que “el daño a la imagen institucional es irreversible”.
Moretti llegó a la presidencia con una plataforma basada en la renovación y la transparencia. Hoy, enfrenta el momento más crítico de su gestión. Por ahora, su postura ha sido la de replegarse en el silencio.
Mientras la sede del club permanece cerrada por el luto tras la muerte del Papa Francisco figura estrechamente ligada al corazón azulgrana, los hinchas buscan un espacio para hacer oír su voz. Y la popular, que abrirá sus puertas gratuitamente para los socios, se perfila como el escenario ideal para canalizar el malestar.