Después de varios meses de ajustes transitorios, el Gobierno tiene previsto comenzar en mayo con la implementación del nuevo cuadro tarifario para los servicios de electricidad y gas. Se trata de una actualización enmarcada en la Revisión Tarifaria Quinquenal (RTQ), que contempla incrementos programados hasta 2030.
Además, tomará como base los resultados de las audiencias públicas realizadas durante el verano, los planes de inversión de las empresas del sector y las sanciones previstas por incumplimientos.
En lo que respecta al servicio eléctrico, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) cumplió recientemente con uno de los pasos clave para habilitar el nuevo esquema: aprobó las inversiones comprometidas por las distribuidoras que operan en el Área Metropolitana de Buenos Aires (Edenor y Edesur), así como las posibles penalidades que podrían aplicarse.
Por su parte, el Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) extendió por cuestiones formales los plazos para concluir el análisis de las propuestas tarifarias e inversiones de las distintas empresas del sector.
Según trascendió, los nuevos valores que abonarán los usuarios por la electricidad y el gas serán publicados a comienzos de mayo. La intención del equipo económico es reemplazar, con el cambio de mes, los aumentos transitorios que venían aplicándose para moderar las expectativas inflacionarias.
Inicialmente, el nuevo esquema tarifario debía entrar en vigencia en marzo para el gas y en abril para la electricidad. Sin embargo, la inestabilidad del tipo de cambio y su impacto en los precios obligaron a postergar la medida hasta lograr un nuevo entendimiento con el Fondo Monetario Internacional, que finalmente se cerró el pasado 11 de abril.
En el marco de ese acuerdo, el Ejecutivo se comprometió a normalizar el funcionamiento del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) antes de noviembre y a avanzar en una reforma del sistema de subsidios, con el objetivo de redirigir la asistencia estatal hacia los sectores más vulnerables.