A 13 años de la desaparición de María Cash, su familia volvió a pedir justicia y denunció un entramado de encubrimiento que, aseguran, involucra a figuras políticas de General Güemes. En el extenso texto, los familiares señalaron directamente al camionero Héctor Romero, quien fue la última persona que vio a María con vida y que está imputado por homicidio calificado por alevosía.
El caso, tuvo un inesperado giro en noviembre, cuando Romero fue nuevamente investigado y detenido. Sin embargo, poco tiempo después obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria, justificado por la jueza a cargo por su estado de salud: una enfermedad grave, crónica, y su avanzada edad.
La familia cuestionó duramente esa decisión: “Llama la atención que esté con prisión domiciliaria cuando ni siquiera se declara inocente, y se advierte todo un encubrimiento por parte del entorno de Romero, en el cual estaban personajes políticos importantes de General Güemes”, expresaron.
Según los datos recabados, el 8 de julio de 2011 alrededor de las 16:30, Romero habría subido a María a su camión Mercedes Benz blanco, identificado con la leyenda "Catita", con intenciones sexuales.
Luego, la habría llevado a un lugar apartado para intentar concretar su propósito y, ante la firme resistencia de la joven, le habría quitado la vida aprovechándose de su situación de vulnerabilidad.
Hasta el momento, el cuerpo de María Cash no fue encontrado, lo que impide determinar con exactitud la mecánica de su muerte. Sin embargo, para la familia, la combinación de pruebas sugiere que Romero no actuó solo y que su entorno colaboró en el ocultamiento del crimen.
"La desigualdad entre víctima y victimario, sumado al estado de indefensión de María, son los elementos que sostienen la acusación de alevosía en la conducta típica, antijurídica y culpable de Romero", afirmaron. Además, la familia Cash denunció que escuchas telefónicas incorporadas al expediente evidencian maniobras de encubrimiento.
En las grabaciones, Miguel Segura un líder político local y su hijo aparecen en conversaciones que insinúan un intento de proteger al camionero. "Después eso explícale vos el quilombo que tengo yo hoy en día por culpa de un chofer pelo... que ha hecho una cagada", se escucha decir a Segura en una de las charlas interceptadas.
La denuncia también señala que abogados reconocidos habrían brindado declaraciones falsas, contribuyendo a desviar la investigación durante años y prolongando el dolor de la familia.
En su declaración indagatoria, Romero no aportó datos relevantes. "Se escudó en cuestiones tangenciales, como señalar que no sabía que la persona que había llevado era María Cash", criticaron los familiares, quienes insisten en que la verdad está saliendo a la luz después de más de una década de incertidumbre.