Cómo se viven las revelaciones de Paradise Papers que incomodan a ministros. Los contratos de Aranguren con la offshore que dirigió. Los datos que Caputo no declaró en su DDJJ. Las denuncias familiares contra Etchevehere y por qué instaló provisoriamente en un salón de la Rosada. Por qué decían que Lemus estaba viejo. Y por qué se congeló la incorporación del embargado primo presidencial.

La primavera electoral que vive el Gobierno se vio opacada por denuncias contra ministros y repentinos cambios decididos por Mauricio Macri para oxigenar el gabinete que podrían continuar con fusiones de secretarías en distintos ministerios, en diciembre próximo.

La investigación periodística de “Paradise Papers” ventiló la participación del titular de Energía, Juan José Aranguren, en dos sociedades offshore hace algunos años. Pero una de ellas, Shell Western Supply and Trading Ltd, se convirtió en proveedora de gasoil cuando ya era funcionario, tras ganar las licitaciones de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), una empresa con participación privada y estatal, a instancias de YPF. Es decir, esa firma ganó 13 licitaciones por cerca 240 millones de dólares en poco más de un año.

El ministro, en su descargo, argumentó que dejó el cargo en aquella subsidiaria hace más de 12 años -era norma de la empresa holandesa rotar directivos en firmas- y que, si una oferta ganadora es de Shell, la empresa en la cual fue CEO argentino hasta diciembre de 2015, se abstiene de toda participación y es reemplazado en esa tarea por su par de Producción, Francisco “Pancho” Cabrera. Aranguren arrastra el pesar de su pasado privado desde que #BORDER reveló que tenía acciones de Shell, le luego vendió y por ello se corrió de las contrataciones con esa firma.

En Casa Rosada, en tanto, respaldaron al ministro que quedó, otra vez, preso de la polémica. “Fue directivo de esa empresa mucho antes de ser ministro, algunos vínculos datan de 2003. Y hay pocos jugadores en el mercado del petróleo, por eso muchas veces se termina operando con Shell u alguna subsidiaria”, argumentó un funcionario consultado.

El otro ministro que quedó envuelto en la controversia es Luis Caputo, titular de Finanzas, que antes de llegar a Gobierno se dedicó a administrar sociedades y fondos de inversión offshore y no informó esa actividad vinculada al manejo de “plata negra” en su DDJJ. “Toto (como le dicen al primo de Nicolás Caputo) se dedicaba a las finanzas antes de llegar al Estado. El ya explicó que renunció antes de diciembre de 2015. No existe ninguna incompatibildad entre su anterior trabajo y el actual”, remarcó la fuente consultada. El propio Caputo se defendió: “Es más, hoy desfavorezco a mis ex socios en lugar de favorecerlos”, dijo antes de viajar con Macri a Nueva York.

Lo que queda claro es que, nuevamente, integrantes del Ejecutivo quedan presos por casos de conflictos de interés. A raíz del caso de la deuda del Correo, el año pasado Macri firmó dos decretos que intentan resolver estas controversias con distintos resultados.

Desde la Unidad Ciudadana de Cristina Kirchner pidieron explicaciones a Macri y la renuncia de los funcionarios involucrados y “chicanearon” que a estos les cabría la justificación de la prisión preventiva otorgada a Amado Boudou y Julio De Vido porque “estarían en condiciones de obstruir las investigaciones de la justicia” por los altos cargos que ocupan. Espuma política.

Luego de lanzar en un pomposo acto en el CCK los “consensos básicos” para el desarrollo del país, que dan sustento al plan de reformas en marcha, Mauricio Macri ejecutó dos cambios en el gabinete: removió a Jorge Lemus en Salud, uno de los ministros que tambaleaba en su cargo desde el año pasado y promovió al titular de la Sociedad Rural, Luis Etchevehere a Agroindustria (Ricardo Buryaile fue “recompensado” con la embajada ante la UE en Bruselas).

Horas después de su designación, Etchevehere fue acusado por su hermana Dolores de no reunir la idoneidad moral para el cargo. “Es gravísimo que Macri elija como ministro a mi hermano que tiene causas por evasión y lavado de dinero”, aseguró la mujer al criticar la designación de su hermano al frente de a cartera de Agroindustria. 

“¿Por qué elige como ministro a una persona que tiene causas penales en la Justicia Federal y que vació la empresa del Diario Paraná, donde debe sueldos hace tres años?”, evaluó en una entrevista radial, además de involucrarlo en presuntos casos de trabajo esclavo.

El ex dirigente ruralista por ahora no reviste en la sede ministerial, en Paseo Colón 982, sino que ocupa un “despacho provisorio” en el primer piso de Casa Rosada. La semana pasada se instaló en el “Salón Verde” lo que obligó a que lo desocuparan rápidamente funcionarias de Jefatura de Gabinete que lo utilizan como oficina.

Durante el atardecer del último martes, mientras atravesaba el Patio de las Palmeras, el ministro, vestido con pantalón de traje, camisa y un pulóver colgado al cuello cual “cajetilla”, fue consultado por este medio sobre las graves denuncias de su hermana y sólo atinó a decir “No, gracias” para luego desandar la salida hacia explanada Rivadavia.

Un día después del triunfo de Cambiemos en las elecciones legislativas, obtuvo un 42% de los votos a nivel nacional ganando los 5 distritos más poblados del país, un estrecho colaborador del presidente había anticipado “sin fecha” la salida del ex ministro de Salud. “No va a haber grandes cambios. Sí se irá alguien como Lemus, que está viejo”, fue la particular definición; en verdad no quiso entonces confirmar la inmediata salida del funcionario pero sí deslizó las críticas que se escuchaban en el Ejecutivo por la falta de operatividad en la cartera. Que Lemus le haya salvado la vida a Macri, en el incidente con el bigote postizo, ya no eran credenciales. Lo reemplazó Adolfo Rubinstein, un hombre que ya reportaba a Peña y Quintana casi como un par, pero hasta entonces por debajo en la estructura.

Según pudo saber este medio, en diciembre continuarán los cambios en el organigrama de la administración macrista: se insiste en la fusión y eventual cierre de secretarías que tengan una función similar. No sólo se busca lograr un funcionamiento más eficiente sino achicar los gastos; también reaparecieron los rumores de la reducción de cargos jerárquicos como directores.

Sí está confirmada la llegada en diciembre a Balcarce 50 del “lilito” Fernando Sánchez en un cargo en el ámbito de la Secretaría de Coordinación Interministerial de Mario Quintana, para dedicarse a reformas institucionales. Sin embargo,  se “enfrió” el arribo del primo presidencial Jorge Macri al Ejecutivo. más aún luego del procesamiento y el embargo por 8 millones de pesos que le decretó la jueza Sandra Arroyo Salgado, por una causa de presunto lavado de dinero en la compra de un departamento en Miami. El primo presidencial fue siempre resistido por Elisa Carrió y, en la Rosada, temen que la candidata triunfante no deje pasar un comentario filoso si finalmente deja la intendencia de Vicente López y se incorpora al gabinete. Habrá que esperar algunas semanas más para saber si se sigue moviendo el avispero en los pasillos y se confirman los movimientos dentro del equipo de Gobierno.