Los abogados del sindicalista preso pidieron que se abra la feria para que declare la empleada Heredia. El escándalo por los contratos en la intervención del SOMU, caballito de batalla de Cambiemos en el mani pulite sindical. El silencio de Gladys González, el nepotismo del ministro y los rumores que apuntan al peso financiero de su hermano Carlos.
En la vida, todo es un ida y vuelta. Y por estas horas esa es la sensación que experimenta Omar “Caballo” Suárez, que ve en la desgracia del ministro Jorge Triaca un alivio para su propio calvario, y acaso un salvavidas para demostrar su pretendida inocencia, o por lo menos poder minimizar su culpabilidad con las culpas de los otros.
Según confió a #BORDER uno de los abogados del ex titular del Sindicato de Obreros Marítimo Unidos (SOMU), no se quedarán en pedirle a la Justicia que cite a declarar a la empleada que denunció a Triaca, Sandra Heredia, sino que buscarán rastros de “trabajo esclavo” en las declaraciones de la mujer, lo acusarán de usar contratos del SOMU para beneficio personal y tratarán de probar si la gente designada por la intervención del gremio estaba “realmente preparada” para esa tarea, o eran designados por favores políticos y familiares.
Si el audio con los insultos había generado impacto, la designación de Heredia como delegada en el SOMU puede abrir una caja de Pandora difícil de explicar para el ministro. La misma Heredia denunció que el hijo del jardinero de los Triaca habría ingresado en la intervención del SOMU con una modalidad similiar a la propia, casi como una copia del escándalo delarruista del jardinero.
https://www.youtube.com/watch?v=skImowOK7lw
También, en un puesto crucial en el manejo de la intervención, el ministro ubicó a su propio cuñado, Sergio Borsalino, pareja y socio de Silvia Verónica Triaca. Con un dato adicional: Borsalino fue contratado en 2016 para dar “asistencia técnica” en la Unidad Ministro de la estructura de Trabajo, mediante un contrato con la Universidad de La Matanza. Cobraría cerca de 50 mil pesos.
Otro cuñado compone un golpe a dos bandas perfecto para el Caballo Suárez: es el del propio juez Canicoba Corral, Ramiro Tejada, que interviene la obra social del sindicato. Heredia estimó que, durante la intervención, habrían sumado 250 puestos en el SOMU.
No es un dato menor que la intervención del sindicato de Suárez, el entonces sindicalista favorito de CFK, fue el caballito -valga la picardía- de batalla del mani pulite sindical que pregona Cambiemos.
Tal es así, que la primera interventora, Gladys González, entró al Senado con aquellos laureles, venciendo a Cristina Fernández de Kirchner en las elecciones. La empleada de los Triaca, no obstante, fue contratada en el SOMU poco más de un mes después de que a ella la reemplazara en la intervención Alfredo Bertonazco, quien a su vez fue una transición hacia Silvio Torres que normalizó y llamó a elecciones sindicales. Los costos políticos, incalculables hasta ahora, no se sabe y González guarda prudente silencio.
Carlos Broitman, que junto a Alejandro Argibay defiende a Suárez ante la Justicia, se presentó esta semana ante el juez Rodolfo Canicoba Corral, que intervino el SOMU con aval del Gobierno, una denuncia por el tema, donde pidieron como primera medida que declare Heredia.
Hasta ahora la empleada sólo se presentó en los medios -más allá de una demanda laboral y por maltratos– , y fue suficiente para que comience un huracán. Como todos los huracanes, se desató de a poco. Según su relato era una especie de “ama de llaves” o empleada multifunción en la quinta de la familia Triaca en Boulogne. De tanto servir gaseosas y organizarle todo para las reuniones de trabajo que el ministro hacía en la quinta (muchas de ellas referidas a la intervención del SOMU) al final ligó un puesto como delegada por el Ministerio de Trabajo en la delegación San Fernando del gremio de los marítimos.
«Queremos conocer la capacidad de esa persona para ocupar ese cargo. Traica dijo que su equipo estaba de acuerdo. ¿Quiénes formaban el equipo? ¿En base a qué parámetros tomaron esa decisión? ¿Quién lo firmó? ¿Hubo auditorías? ¿Qué trabajos desarrolló ella como delegada?«, fueron los cuestionamientos que Broitman plantó ante #BORDER. Y por si quedaban dudas aclaró: «Se va a investigar todo«.
Además, consideró que había una «actitud cruel» del funcionario porque «la hacía trabajar de sol a sol» (aparentemente la empleada trabajaba cama adentro) y se preguntó si eso no podría estar encuadrado en la categoría de «trabajo esclavo».
Efectivamente Sandra contó, en sus apariciones mediáticas cada vez más extensas, que si bien estaba en el SOMU «su prioridad» era la quinta familiar, por lo tanto iba de un lado para otro en función de las necesidades del ministro.
Por si faltaba algo, aseguró que había trabajado un tiempo en negro y que Triaca la puso en blanco antes de las elecciones.
Con este combo veraniego, el Gobierno mandó al ministro a descansar a Chapadmalal para correrse del ojo de la tormenta, mientras evalúan cómo responder a la lluvia de críticas por el tema.
«Macri lo banca y la explicación que nos dio fue satisfactoria, dentro de los complicado del tema», indicó a este medio un vocero del Gobierno, en referencia a la reunión privada que Triaca mantuvo con Macri y Marcos Peña apenas se desató el escándalo. «El Presidente lo aprecia mucho y lo valora. Es de los pocos ministros que participa dos veces por semana de la reunión de coordinación«, recordó la fuente, para graficar la buena relación de Macri con su ministro de Trabajo.
Pido disculpas por el exabrupto que circula en un audio. El mismo es en el marco de un diálogo personal, no condice con mi manera de actuar ni refleja mi forma de ser, y lamento que haya sido utilizado para sacar rédito de él.
— Jorge Triaca (@JorgeTriaca) January 16, 2018
El funcionario ya había quedado expuesto ante acusaciones de nepotismo, que con su cuñado en el sindicato ahora se recuerdan. Su hermana Mariana fue la más cuestionada al ser nombrada como directora del Banco Nación. Pero también están la pareja de ella, Ernesto Reta, parte del directorio del BICE y otra hermana, Lorena, de la Agencia de Inversiones. Además, la esposa del ministro, María Cecilia Loccisano, es subsecretaria de Coordinación en el Ministerio de Salud. Todo un organigrama, que incluso desde el Gobierno, consideran, al menos, “desprolijo”.
Los días que vienen dirán si el tema avanza o se ameseta. Algo que por ahora parece improbable, con todo el kirchnerismo acusando al Gobierno y algunos propios pidiendo la cabeza del funcionario. Ni que hablar en el mundo sindical, donde a Triaca -hijo de un pope gremial de los ‘90, Jorge Triaca, de los plásticos– se la tienen jurada.
Mientras los popes del sindicalismo escribían hoy un documento crítico, tras el tradicional almuerzo de Luis Barrionuevo en Mar del Plata, el escándalo era la comidilla. No pasó inadvertido en la rosca sindicalista que fuera otro hermano del ministro, Carlos Triaca, el encargado de dar explicaciones. El ministro mismo apuntó que su hermano había contratado a Heredia, pero los sindicalistas dicen que su rol sería aún mayor y tendría peso en el mundillo de las financieras.
Carlos Triaca fue candidato a protesorero del club Vélez Sarsfield, pero su lista perdió con una filo-K a fines del año pasado. #BORDER pudo constatar que posee una empresa que podría actuar como financiera -en rigor, presta «servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial-, pero no pudo comprobar vínculos con el SOMU o el Ministerio conducido por su hermano. Habrá que esperar. El clima que anticipa unas paritarias duras y calientes es el terreno propicio para las acusaciones y versiones.
Por ahora la defensa de Suárez reclamó que el tratamiento sea urgente y se habilite la feria para que declare Sandra Heredia. «El juez no está, pedimos que habiliten la feria pero tenemos que ver que hace el juez de turno», explicaron a #BORDER.
Tienen la esperanza de que la Justicia les dé una mano y se convierta en realidad el milagro que Suárez pedía desde que llegó a la cárcel. Lo que no imaginaban era que la mano la iban a recibir del lado del propio Gabinete.
Al regreso de sus vacaciones, Triaca deberá presentar un informe escrito a Marcos Peña sobre el escándalo. El ministro tiene el respaldo presidencial, pero muchos en el Gobierno le auguran, cuando las aguas calmen, una salida elegante. En el mundo sindical brindarán por ello.
*Con colaboración de la redacción de #BORDER.