Para el ministro de Modernización no es cuestión de cuántos ministerios haya, sino de la relación entre eficiencia y gasto de cada estructura. Dijo que achicaron la estructura ejecutiva un 13 por ciento y planea otro ajuste del 25 por ciento en estructuras jerárquicas de organismos de la administración que significará un ahorro de 20 mil millones de pesos.
Es el encargado de hacer que el Estado se achique y sea más eficiente. Le dicen «cazañoquis» y sus colegas lo consideran un pacman.
Defiende la cantidad de ministerios que decidió Mauricio Macri para su gabinete. Promete una nueva poda de cargos jerárquicos y, para el año que viene, la completa digitalización de los expedientes internos del Estado, lo que define como una «despapelización».
Ajuste, presentismo, ahorro y trabajo en negro. A continuación, las más relevantes definiciones del ministro de Modernización, Andrés Ibarra, en diálogo con María Julia Oliván en #BORDERPERIODISMO por Radio Nacional, AM870, sábados de 7 a 10AM.
Desde que asumió el presidente Macri, estamos trabajando en buscar que el Estado funcione mejor, no solo para la administración central sino procurando para que se sumen provincias y municipios. La verdad es que el funcionamiento del Estado ha sido y todavía sigue siendo, en algunos aspectos, muy malo. Hemos iniciado un proceso de mejoras en lo que tiene que ver con la carrera pública, incorporar reglas desde el mérito y el presentismo y desde darle tecnología.
A partir del año que viene toda la administración va a estar despapelizada. Hemos introducido el expediente electrónico. Llevamos hoy casi 6 millones de expedientes electrónicos en todos los trámites de adentro de la administración. Eso va a permitir que ningún trámite dentro del estado sea en papel y eso permite que, hacia afuera, los trámites a distancia con firma e identidad digital Sean accesibles para el ciudadano. La gestión documental electrónica ha ahorrado más de 2.000 millones de pesos hasta ahora.
La administración central se achicó un 13%, lo que son los ministerios y organismos. hay que dar ejemplo al bajar estructuras. Las estructuras superiores se redujeron en un 30%. En los otros organismos también estamos definiendo un ahorro del 25%. A nivel de todo el personal del Estado, nosotros en la administración central calculamos un ahorro de 15 mil millones de pesos por ese 13% que son aproximadamente 30 mil casos en total.
La inercia de crecimiento del Estado en todas las escalas, nación, provincias y municipios, entre 2005 y 2015 había crecido un 55%, es decir 1.100.000 personas. Pero la administración central había crecido un 88% y eso es lo que bajamos un 13%. Es verdad que nosotros armamos una estructura con más ministerios y más direcciones porque cuando llegamos nos encontramos con un manejo bastante malo respecto de las actividades y funciones del Estado. por ejemplo, del ex Ministerio de Planificación, que acumulaba áreas que no tenían que ver unas con otras.
Fuera de todo eso, uno puede tener una organización más horizontal con más áreas, que fue nuestro caso, O una estructura distinta. Pero en diciembre de este año redujimos un 30% que fueron esos mil cargos de las autoridades superiores que se achicaron, que representan 1.500 millones de pesos de ahorro.
Bajamos la estructura superior en mil cargos, algunos creados por nosotros y otros no. Con eso estamos como al final de la gestión de Cristina Kirchner, pero con una estructura más focalizada, con menos personal y gastos totales.
Ahora estamos procurando bajar otro 25% en los organismos de la administración central donde también hay un exceso de estructuras superiores. Este es un proceso que vamos haciendo paulatinamente, todos los días. Con ello se podrán ahorrar otros 20 mil millones de pesos.
El concepto de permanencia en el trabajo estatal lo define la Constitución, partimos de esa regla del juego. Ahora sí, hemos incorporado una serie de reglas: el concepto de la carrera del empleado de la carrera pública con mecanismos de evaluación de desempeño basados en el mérito. Hemos hecho un cambio gigantesco en cuanto a la capacitación, donde los empleados que accedieron y las vacantes para capacitarse se triplicaron, en base a itinerarios formativos, no que personal administrativo haga cursos o pierda horas en algo que no tiene nada que ver con su función. Queremos un Estado bien capacitado.
Al poner en función herramientas como el presentismo nos pasó descubrir que alrededor de 1.200 personas dejaron sus puestos porque eran incompatibles con los horarios que se les estaban marcando en los controles biométricos. No hay una solución única para el gasto sea más eficiente, el Estado preste servicios y el empleado que trabaja con compromiso sea reconocido.
El trabajo en negro no es tanto un problema de la administración central. Pasa sí con los famosos bonos no remunerativos y suplementos, que no son ilegales y buscan dar compensaciones que generan menos costos. Pero coincido es que todo debe tener a ser uniforme y sin trabajo precario, pero sabemos de dónde viene la Argentina.
No es un cuestión de cuántos ministros. En definitiva, que uno maneje una organización con 5 o 10 áreas más chatas o focalizadas, o con una sola que concentre todo son criterios que dependen de las formas y metodología de gobernanza. Sea cual fuere hay que optimizar la relación de efectividad de cada área con el gasto. Después, cómo el Presidente decide conformar su Gabinete puede ser con más o menos ministerios, porque también hemos creado funciones que el Estado no cumplía, como en Medio Ambiente o en Tecnología.
