Transforman ministerios en secretarías, pero sólo salen los vicejefes Quintana y Lopetegui del equipo. Las renuncias ofrecidas. La fallida intentona radical. Retenciones, expectativas sobre el dólar y temor por Carrió.

La “emergencia” en la que se encuentra el Gobierno disparó este lunes de anuncios económicos y políticos –el gabinete de 21 ministerios se redujo a 10 en medio de chispazos y la frustrada intentona de incorporar tres figuras de la UCR– para intentar frenar la debacle en la que se encuentra el oficialismo desde que en mayo pasado comenzó la corrida cambiaria que disparó el valor del dólar e hizo añicos las cifras sobre actividad e inflación esperadas.

Primero fue Mauricio Macri con un mensaje de tinte emotivo y sin autocrítica -esto último fue reconocido esta mañana por una fuente en Casa Rosada- el que se refirió a las medidas instrumentadas por su administración para enfrentar la crisis y luego fue el “renunciado” Nicolás Dujovne –“fue el único que durante las reuniones de los últimos días presentó su renuncia”, amplió la misma fuente, aunque también la ofreció Frigerio– el que dio detalles de “las acciones para alcanzar el equilibrio fiscal”, con un aumento de las retenciones a las exportaciones, y el programa financiero que se intenta alcanzar con el FMI para garantizar los pagos de deuda.

Con todo, al cierre de esta edición el dólar subía en un día que no se esperaban bruscas oscilaciones por el feriado en Estados Unidos: en el oficialismo reconocen que este martes será clave para saber cómo el mercado digirió los anuncios.

Dujovne anunció que para lograr el déficit 0 en 2019 -en lugar de la pauta de déficit del 1,3% del PBI consensuada con el Fondo anteriormente- reducirá inversiones en un 0,7% del PBI, se eliminarán subsidios -de hecho los fondos girados para atenuar la suba en los boletos y colectivos ahora deberán ser solventados por la Provincia y la Ciudad, lo que provocó malhumor por lo menos en La Plata-, y una suba en las exportaciones a los productos primarios.

En concreto, el titular de Hacienda anunció que se retendrá $4 por dólar a la producción primaria, inclusive en minerales, y $3 al resto de los productos vendidos al exterior. Las deducciones a la venta de soja, en todas sus formas, subirá un 28% en promedio. En el caso de los servicios, las retenciones comenzarán a regir a partir de enero próximo. En teoría este cambio impositivo se extenderá durante 2 años pero el campo, además de críticas, ya expuso sus dudas sobre la duración de la medida.

De quien se esperan críticas es de la iracunda socia Elisa Carrió, según se escuchó por los pasillos del palacio gubernamental. Ayer publicó un tuit en el que anunciaba que no volverían a aumentarse las retenciones. “Va a criticar. no creo que se vaya”, dijo la fuente del oficialismo. Ahora, la líder de la Coalición Cívica hablaba ante la CAME hasta sobre su eventual muerte.

En paralelo, se detallarán en breve una serie de medidas de ayuda social urgentes para mitigar los efectos de una inflación que podría trepar al 42% (los bonos para la AUH, incluidos en la cláusula social del FMI se iban a pagar recién a fin de año).

Para observar el tamaño de la crisis: el Gobierno preveía un IPC del 15% y de hecho durante el primer trimestre logró que se aprobaran paritarias bajo esa pauta. La debacle económica rompió todo e incluso perjudicó la negociación con los gremios docentes que llevaba adelante María Eugenia Vidal en la Provincia.

Luego de un fin de semana de febriles reuniones en la Quinta de Olivos, finalmente el presidente decidió “oxigenar” al gabinete como otra señal de austeridad al mercado. Desde el viernes hubo una “rosca” intensa para readecuar el equipo de Gobierno de la que también participaron la propia Vidal y el alcalde Horacio Rodríguez Larreta. Carrió no quiso participar -dijo que las reuniones no definían nada- , intervino tímidamente su delfín Fernando Sánchez, y los radicales estuvieron el domingo.

Según la Casa Rosada, desde la UCR pidieron 3 ministerios para participar del nuevo plan de gobierno: Interior, para Ernesto Sanz, Cancillería, para Alfonso Prat Gay y Educación, para el “presidenciable radical”, Martín Lousteau. Luego de un debate entre los correligionarios -y los tuits de Carrió hablando de “oportunistas”-, se echaron atrás en el anochecer del domingo. Incluso una espada vital del gobierno como Rogelio Frigerio estaba dispuesto a dar un paso al costado para que asuma el mendocino en su lugar.

En esas horas se rumoreó la posible incorporación de Carlos Melconian en lugar de Dujovne. Quienes sí finalmente dejaron su puesto fueron los vicejefes de Gabinete, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, una versión adelantada el viernes por Diario Popular, a quien hoy se lo vio ingresar por la explanada Rivadavia junto a Dujovne.

Aunque tiene línea directa con Macri, resultó extraño en algunos despachos que Andrés Ibarra (Modernización) sea empoderado a vicejefe de Gabinete. “Si se quería hacer más fluida la relación de los ministros con el presidente y dejar la tabilita Excel, no se entiende”, amplió la fuente consultada.

Con la reducción a 10 ministerios, muchas carteras fueron transformadas en secretarías y absorbidas. A continuación se detalla el esquema definitivo del gabinete nacional:

En la Jefatura de Gabinete quedó Marcos Peña, que así resistió el embate de propios y extraños, y como vicejefe, el mencionado Andrés Ibarra. Bajo su mando quedaría el Sistema de Medios Públicos.

Rogelio Frigerio sigue como ministro del Interior, Obras Públicas y Vivienda -una versión del domingo indicaba que Obras Públicas iba a pasar a Transporte-, y en Economía, Nicolás Dujovne, que tendrá a su cargo la ahora Secretaría de Energía de Javier Iguacel.

En Relaciones Exteriores y Culto continuará Jorge Faurie. En Defensa, el radical Oscar Aguad; en Seguridad Patricia Bullrich; en Justicia y Derechos Humanos  Germán Garavano y en Transporte, Guillermo Dietrich.

Dante Sica tendrá bajo su mando Producción y Trabajo, que absorbió la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social que seguirá conduciendo Jorge Triaca y la Secretaría de Agroindustria, del ex titular de La Rural, Luis Miguel Etchevehere.

Carolina Stanley conducirá el Ministerio de Salud y Desarrollo Social y la ahora Secretaría de Salud seguiría bajo la tutela de Adolfo Rubinstein.

También estará a cargo de un superministerio Alejandro Finocchiaro:

Educación, Cultura y Ciencia y Tecnología. Liño Barañao será secretario de Ciencia y Pablo Avelluto, de Cultura. Turismo y Medio Ambiente bajarán a secretarías dependientes de Presidencia.

El ahorro fiscal de estas medidas no resultará significativo, dicen en Balcarce 50. De hecho era la excusa que desde 2017 enarbolaba Macri cuando el círculo rojo le pedía reducir el gabinete. Pero, en el medio, “pasaron cosas” que cambiaron el panorama.