¿Para qué sirve terapia ocupacional y cuándo me doy cuenta si mi hijo la necesita?

Muchas fueron las madres de niños con CEA (más comúnmente llamado TEA) que me consultaron qué es la TO, Terapia Ocupacional y para qué sirve. Le pedí a Sonia, que es una de las mejores y atiende a Antonio, que les conteste ella estas preguntas. Aquí las respuestas. Pasen y lean.
Por: sonia Reijenstein

Terapia Ocupacional (TO) analiza la ocupación humana e interviene en su recuperación cuando está afectada. La ocupación humana está conformada por las actividades de la vida diaria (AVD) que son un conjunto de tareas que nos permiten vivir de manera independiente, significativa y cumplir con nuestros roles de acuerdo a la edad y a la cultura en la que vivimos. Estas son actividades de autocuidado (higiene, vestido, alimentación), descanso, productividad y esparcimiento. En los niños, el juego y las actividades escolares son antecesoras de las tareas de productividad. Vamos a llamarlas desempeño ocupacional (DO). Para poder ser eficientes en la realización de las mismas debemos contar con la integridad de componentes motrices, sensoriales, cognitivos e inter- intra personales, entre otros. Estos se desarrollan desde el nacimiento, durante la niñez y adolescencia, hasta la adultez.

Cuando se produce una disfunción en alguno de los componentes del desempeño, la funcionalidad de las personas y participación en las AVD pueden verse afectadas. En estos casos interviene TO, identificando y trabajando sobre los mismos, buscando recuperar la independencia y la función.

¿Qué ocurre con los niños y terapia ocupacional?

Los niños son seres dependientes. Su desempeño ocupacional va a estar relacionado con la forma de crianza brindada por sus padres y/o cuidadores, con su edad, madurez y estado de salud, entre otras cosas.

Hacerlos participar en las AVD desde edades tempranas les brindaran oportunidades de exploración para desarrollar habilidades motrices (sacarse una prenda de vestir / sostener una cuchara), para estimular sus sentidos (tocar la comida al alimentarse / jugar en plazas con otros niños), para tolerar tiempos de espera, frustración y prestar atención (tener la paciencia suficiente para aprender una tarea nueva que implique intentar, fracasar, insistir, para lograr: aprender a gatear o escribir, armar un juego de encastre, ponerse una campera). Estos logros que ocurren en sus hogares a través de la participación en las AVD también favorecen la interacción con otros, la propia confianza, la independencia y servirán para adquirir aprendizajes más complejos.

Los padres son la principal fuente de experiencias para sus hijos. Pueden ser grandes facilitadores de oportunidades. Organizan rutinas diarias, hábitos de sueño y de alimentación. Brindan oportunidades de juego e interacción. Dan afecto y amor, imprescindibles para el desarrollo psicoemocional de sus hijos.

¿Qué es el procesamiento sensorial?

Se habla mucho de procesamiento sensorial y mucha gente no sabe de qué se trata. Es un proceso neurobiológico innato e inconsciente que nos permite tomar, organizar e interpretar información que recibimos de nuestro cuerpo y del mundo externo a través de nuestros sentidos. El cerebro integra e interpreta estímulos sensoriales, dando una respuesta adaptativa. El buen funcionamiento nos permite vivir de manera armónica y organizada, regular nuestras emociones, interactuar con el ambiente y personas, prestar atención, aprender, movernos efectivamente en un ambiente cambiante, sobrevivir y disfrutar.

En un desorden del procesamiento sensorial, la percepción y/o interpretación de los estímulos que provienen del entorno o de la propia persona puede estar distorsionada “en más” o “en menos”, o funcionar de manera diferente. Entonces el entorno en el que vivimos, puede ser “intolerable”, “imperceptible” o distinto, afectandola organización del  comportamiento motor y/o socio-emocional, el aprendizaje de habilidades funcionales y el desempeño ocupacional.

Motivos para consultar con TO:

  • Torpeza motriz: caídas, movimientos poco precisos, dificultad para participar en juegos corporales y/o aprendizajes nuevos, dificultad para sostener objetos con las manos y/o manipularlos (juguetes, cubiertos, lápices), mala postura, cansancio corporal.
  • Rechazo por participar en juegos de plaza; temor al movimiento.
  • Rechazo o irritabilidad frente al contacto con personas y/o a determinadas texturas.
  • Irritabilidad en actividades de cuidado personal: baño, cepillado de dientes, vestido/desvestido, cortado de pelo.
  • Poca respuesta frente a estímulos perceptibles para uno: dolor, ruidos, estímulos visuales, movimiento.
  • Desorganización de la conducta; hiperactividad; déficit de atención; irritabilidad.
  • Dificultades en actividades grafo plásticas.
  • Dificultades en la alimentación.
  • Dificultades aprendizaje.
  • Retraso madurativo.

¿Cuándo consultar?

Generalmente un médico coordina las derivaciones y tratamiento más adecuado para un niño que presenta alteraciones en el desarrollo y se trabaja con la interdisciplina.

Terapia Ocupacional, Fonoaudiología, Psicología, Psicopedagogía, Musicoterapia, Terapia Física son algunas de las áreas a las que suele derivarse a los niños.

Las conductas y comportamientos descriptos anteriormente pueden estar relacionados con un desorden en el procesamiento sensorial. Que sus hijos presenten alguno de éstos no significa que necesitan tratamiento. Lo importante es hacer una evaluación con Terapia Ocupacional, luego de la derivación médica.

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