Lavagna es monotributista y figuraba como empleado en una empresa de su hijo candidato

El candidato presidencial no revela su patrimonio desde que era ministro en 2005. Los negocios que lo unen a su hijo Marco, que quiere ser reelecto diputado. La consultora Ecolatina, una sociedad en Liechtenstein y la estancia en Ezeiza.
Por: Daniel Seifert @SeifertDaniel

Las dos últimas veces que se habló en los medios sobre de qué vive Roberto Lavagna resultaron noticias falsas. Hace días se cerró por inexistencia de delito una versión lanzada que involucraba al candidato de Consenso en un nunca detallado pago millonario, presuntamente del oficialismo o allegados, para que se bajara de la competencia electoral. La anterior había sido una directa fake news que le adjudicaba al ex ministro una presunta jubilación de privilegio en euros que la propia Anses desmintió: no le pagaba nada ni lo hace nunca en moneda extranjera.

Por eso, cuando en las redes sociales surgió otra versión, diametralmente distinta para el imaginario colectivo, la duda se instaló. Pero en este caso resultó cierta: Lavagna está inscripto como monotributista, categoría A, en locación de servicios. 

Categoría A. La inscripción de Lavagna como monotributista.

El candidato se inscribió en el régimen tributario simplificado en diciembre del 2015. También está inscripto Ganancias desde 1988. Y en 2006 se había anotado como autónomo, categoría 2. aunque recién en noviembre del 2013 había definido su actividad principal como la de servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial.

Lavagna ha tenido la suerte o la habilidad de no dar a publicidad su patrimonio ni sus ingresos en el ámbito privado desde que dejó de ser ministro, en 2005. Ni siquiera lo hizo cuando fue candidato presidencial en 2007, ya que entonces no era obligatorio. Hace unos días, se negó a brindarle información a un equipo de Perfil Educación, para un informe publicado por la Revista Noticias. Debería cumplir con la nueva regulación. “Una vez que los precandidatos alcancen la calidad de candidatos después de las PASO y que la justicia electoral les comunique que están habilitados a participar, el plazo es de 10 días hábiles”, aclaran desde la Oficina Anticorrupción. La declaración oficial de Lavagna, que seguramente supere la instancia de internas, se conocería entonces recién en septiembre.

Cuando dejó el Ministerio de Economía, Lavagna declaraba un patrimonio de 2.291.688 pesos, que incluía 4 casas, una cochera y una chacra en Ezeiza, además de un auto modelo 1998, obras de arte y dinero en dólares, euros y francos suizos.

Según los registros de la ANSES, Lavagna tiene trabajo -o lo tuvo, al menos, hasta hace muy poco. Desde julio del 2016 hasta marzo de este año figuró como empleado de la firma EcoEstate SA en la que su hijo Marco Lavagna es accionista: posee el 5,63% del paquete, por un valor de 92.510 pesos y declara un crédito de esa firma a su favor por 14.931 pesos, según la última declaración jurada que presentó como diputado nacional, correspondiente a 2017.

La declaración jurada de Marco Lavagna by DanielSeifert on Scribd


La firma está íntimamente relacionada a la histórica consultora económica asociada a los Lavagna: Ecolatina.

Las mil formas de Ecolatina

EcoEstate es la dueña de una oficina donde hace tiempo funcionaba la consultora -explican desde el entorno lavagnista-, cuando Ecolatina se mudó se puso en alquiler y ésa es la única actividad que tiene esa sociedad. La dueña principal es Latin Eco SA”. Cuando Lavagna padre fue funcionario dejó su lugar en la consultora que había fundado con Alberto Paz y la cedió a su hijo Marco y al hijo de su socio, Santiago. Latin Eco SA era la razón social de Ecolatina en ese entonces. En 2003, Roberto Lavagna declaraba una participación accionaria del 50% en esa firma y un cargo de asesor económico bajo el cargo de “socio fundador” en licencia, según publicó Página/12.

La firma EcoEstate SA fue creada en 2004 entre Alberto Paz, Latin Eco SA y otra sociedad: Suraminvest Etablissement, que había sido creada en Vaduz, en el principado de Liechtenstein y radicado una sucursal en Argentina en 1998. Roberto Lavagna, que había sido embajador en Bélgica, también admitió en 2003 poseer la mitad del paquete accionario de esa firma extranjera, que valuó entonces en 181.500 pesos. La firma de Liechtenstein todavía estaría activa. EcoEstate fijaba domicilio sobre la avenida Corrientes al 300, donde funcionó Ecolatina y donde está la oficina que ahora los Lavagna alquilan.

Marco Lavagna, por su parte, declara en 2017, una participación accionaria en LatinConsult SA, que es la firma actual que controla la consultora Ecolatina. La sociedad fue constituida en 2014 y en su directorio figuraban, entre otros, el diputado, su esposa Natalia Arévalo, Santiago Paz y Lorenzo Sigaut, entre otros. 

LatinConsult recibió de Latin Eco la explotación de la marca Ecolatina, según explican en el entorno lavagnista. Marco tomó licencia cuando asumió como diputado, pero declara el 35% de las acciones de la consultora en 524.608 pesos. En 2018, el Gobierno de la Ciudad le adjudicó 980 mil pesos a la consultora por un “servicio de asesoramiento para el desarrollo de un sistema de indicadores estadísticos del Área Metropolitana de Buenos Aires”.

La red de firmas que componen lo que fue y lo que es Ecolatina se complejiza cuando se cruzan vínculos entre todos. Así como Roberto Lavagna y Alberto Paz figuraron como empleados de EcoEstate SA; Lorenzo Sigaut lo es de Latin Eco SA, al igual que Santiago Paz -hijo de Alberto-, que también es contratado por LatinConsult SA. Por si fuera poco, Marco Lavagna declara que LatinEco le debe 48.697 pesos.

La estancia lavagnista

Marco Lavagna declara una tercera empresa que vuelve a juntarlo en los negocios con su padre Roberto. Se trata de Burg SA, de la que el diputado declara el 22,22% de las acciones por 266.732 pesos, además de poseer un crédito a favor de esa firma por 70 mil pesos y un “aporte irrevocable” por otros 200 mil pesos. Marco Lavagna precisa en su última declaración jurada que ingresó a esa sociedad en 2013, pero la firma había sido creada por su padre Roberto y su esposa Claudine Marechal en 2008.

Con objeto “inmobiliario”, la sociedad tiene dirección en la histórica chacra que Lavagna padre declaraba como propia. Queda en Estancia Villa María, Máximo Paz, partido de Ezeiza, una propiedad de 32 hectáreas, que el entonces ministro tasaba en 360 mil pesos y declaraba mejoras en ella por 590.554 pesos. Allí decía tener algunas vacas, “como hobby”. En rigor, el complejo de Estancia Villa María es un megacountry con 7 barrios privados con un lujoso hotel boutique como casco, canchas de golf y polo.

En Burg SA, participaron del directorio todos los hijos de Lavagna. Además de Marco, figuraban Nicolás y Sergio, pero el diputado renunció a la presidencia de la sociedad en 2017, cuando cambió la sede social hacia Olivos. Asumió Sergio Lavagna, quien en 2018 pasó de trabajar en Tenaris Supply Chain Services a actualmente en Siderca, firmas del grupo Techint. Marco Lavagna consignó haber invertido en acciones de Tenaris por 31.970 pesos entre 2015 y 2017.

Los bienes que declara Lavagna hijo diputado están valuados en poco más de 5 millones de pesos. Los de su padre, aún no se sabe.

Cuando a Roberto Lavagna le consultaban por su patrimonio en 2007, cuando aspiraba a ser presidente, sus voceros le contestaban a Clarín que el candidato vivía “de sus ahorros, de conferencias en el país y el exterior” y de “un alquiler”. En casa de herrero y 12 años después, habrá que esperar a que el ex ministro de Economía, otra vez en carrera electoral, ponga luz sobre sus propios números. Tal vez, en septiembre.

 

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