Lugano: la nena torturada por su familia muestra cómo NO funciona la adopción en Argentina

Por: #BorderPeriodismo

La historia parece salida de una película de terror. Julieta era la octava hija de una familia muy humilde que vivía en la localidad de Quilmes. Como no tenía dinero para mantenerla, su madre decidió entregarla a una pareja de guarda para que le diera una vida más digna. Así fue que la nena, por medio de la intervención de un Juzgado Civil, fue dada en adopción provisoria a Daniel Gómez y a Adriana Barros. Al principio la familia de origen estuvo en contacto con ella, pero en 2005 el matrimonio se mudó sin dejar ninguna dirección ni contacto.

Por Leila Sucari

El tiempo pasó, el juzgado nunca realizó el seguimiento debido y nadie supo más nada de Julieta. Hasta que el año pasado una de sus hermanas cumplió la mayoría de edad y quiso reencontrarse con ella. Así fue que se llegó al peor escenario: Julieta vivía en cautiverio. Estuvo encerrada durante nueve años en un garage de Villa Lugano con un mono y un perro, donde era alimentada con pan, agua y levadura. Pesaba sólo 20 kilos, la ataban con cadenas y la golpeaban si intentaba comer las sobras de los animales. La pareja a cargo resultó ser adoradora de “San la Muerte” y está detenida, acusada de reducción a la esclavitud, privación ilegal de la libertad y lesiones graves.

Mientras Julieta sufre las consecuencias de la tortura de sus padres adoptivos y del abandono por parte de la justicia, miles de parejas con deseos de tener un hijo, dispuestas a dar amor y cuidado, se enfrentan a un sinfín de trabas y dificultades burocráticas para poder adoptar. Según las cifras de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia de 2011, alrededor de 21.500 menores esperan a ser adoptados, de los cuales 10.342 viven en instituciones (pequeños hogares, ONG e institutos), y otros 11.126  están con familias sustitutas. Sin embargo, a pesar de la cantidad de chicos a la espera de un hogar, los trámites para concretar la adopción demoran hasta diez años y muchas veces no llegan a realizarse.

Las guardas provisorias, como la que tenía la pareja de Villa Lugano con Julieta, otorgan la tutela del menor pero no su potestad, que sí se obtiene cuando se realiza la adopción. El Estado es responsable en ambos casos. «Acá hubo una ausencia total de la justicia después de la entrega en guardia provisoria. Uno se pregunta: ¿habrá más de estos casos?», dijo Nora Schulman, del Comité de Seguimiento de los Derechos del Niño. «Vamos a pedir que se investiguen las irregularidades en el trámite de guarda”, agregó Juan Necol, fiscal de la causa. “No conozco ningún caso encuadrado en la justicia, de una guarda de 12 años. Hay un delito de orden público que deberá investigar la justicia penal de la provincia de Buenos Aires». ¿Por qué falla el sistema de adopción en nuestro país?

Actualmente la ley 24.779, del año 1997, es la que determina las condiciones para adoptar. La senadora Liliana Fellner presentó un proyecto para modificar el capítulo de adopción del Código Civil: “El interés debe estar puesto en el menor. Es un tema que exige avances urgentes, hay muchos niños, niñas y adolescentes que necesitan amor, contención y afecto durante su crecimiento”, dijo Fellner. El proyecto tiene como objetivo generar un sistema más ágil y eficiente, permite la adopción múltiple y simultánea y disminuye la mínima diferencia de edad entre el adoptado y adoptante de 18 a 16 años. «Todos los organismos internacionales están pidiendo a la Argentina que simplifique su sistema de entrega y custodia de chicos para que vuelvan a un entorno familiar», señaló Juan Pedro Tunessi, diputado nacional.

Las consecuencias de un sistema de adopción deficiente son muchas y muy graves: se vuelve corriente la compra y venta de bebés, se realizan adopciones ilegales y se deja a los menores librados al azar, sin ningún tipo de protección ni seguimiento. Las situaciones más extremas se dan en provincias con amplios sectores de la sociedad empobrecidos, como Santiago del Estero, Misiones y otras regiones del norte. Julio César Ruiz, de la Fundación Adoptar de Tucumán, señala: “Sólo se efectúan entregas legales en un 25%. El resto, el 75% de las adopciones realizadas en el norte del país, son ilegales”.

Hoy Julieta está recuperándose en un Instituto de menores, pero el proceso será largo y difícil.  “Tiene una edad mental menor, por el encierro y por no haber ido al colegio, y esto tiene tremendos efectos sobre su estructura psíquica. Los captores no la bañaban casi nunca. Habla muy bajito y como una nena de 9 años, a pesar de tener 15”, contó Juan Necol. Aunque pudo ser liberada, el caso de Julieta no tiene un final feliz: los traumas y maltratos que recibió no podrán borrarse nunca. Ahora lo fundamental es que el horror que ella vivió no vuelva a repetirse y que los más de 20 mil chicos que esperan ser adoptados, tengan una historia diferente.

 Más información

http://www.adoptar.org.ar/tag/adopciones/

http://www.adoptare.com.ar/

http://www.anidar.org.ar/sitio/

http://conflictoenfsoc.wordpress.com/extras/las-dificultades-de-adoptar-en-argentina/

http://www.jus.gob.ar/registro-aspirantes-con-fines-adoptivos.aspx

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