A dos meses de la muerte del fiscal de la causa AMIA, el caso Nisman no pierde la efervescencia de los primeros días. En cuestión de horas, la investigación deriva en una nueva pista, en una nueva controversia o una nueva sospecha. La única constante sigue siendo la oscuridad que cierne sobre las causas de la muerte de Alberto Nisman.
Por Marita Tudor (@maritatudor)
En los tribunales, ningún juez o fiscal confía en que alguna vez se esclarezca la verdadera causa de la muerte que mantiene en vilo al país. La fiscal del caso, Viviana Fein, asegura a su entorno que llegará hasta las últimas consecuencias pero a medida que los días pasan, la brecha parece ensancharse. Los puntos oscuros del caso abarcan no sólo las características misteriosas de la muerte del fiscal. Su familia, los investigadores, las pericias, sus custodios, su ex mujer, las fuerzas de seguridad y el Gobierno profundizan las dudas y sospechas sobre Nisman, su vida y la causa de su muerte.
Desde el hallazgo del cuerpo sin vida en el departamento de las torres Le Parc hay circunstancias que todavía no se aclararon. La familia directa de Nisman fue la primera en acrecentar dudas y misterios. La madre, Sara Garfunkel, y los custodios del fiscal nunca llamaron al 911 tras encontrar a Nisman sin vida. Sólo dejaron que ingresara un médico de la empresa prepaga de la familia y se encargaron de que el personal de la ambulancia del SAME no pisara la vivienda. No querían la intervención de ninguna fuerza de seguridad ajena a la custodia.
Entre las 22.30 del domingo 18 de enero -hora en que la madre y los custodios lograron abrir la puerta de servicio del departamento e ingresar- hasta las 0.15 del lunes 19, nadie dio intervención a la Justicia. En el baño del piso 13 de Le Parc el cuerpo de Nisman yacía enmarcado en un charco de sangre, pero nadie en el entorno del fiscal dio aviso a la policía. No se sabe qué ocurrió durante esas dos horas ni en la hora siguiente, ya que la Prefectura Nacional se trasladó al departamento alrededor de la madrugada del lunes y la fiscal Fein recién pudo llegar a la escena del hecho a la 1.15 AM del lunes 19.
Según la declaración del prefecto Adolfo Aranda, la fuerza se enteró de la muerte de Nisman por un alerta al comando de Prefectura. Aranda envió a uno de sus subordinados en un auto a confirmar el hecho y cuando supo que era cierto ordenó a varios prefectos trasladarse al departamento y dar intervención a la Justicia. Para entonces eran las 0.15 AM del domingo. La madre de Nisman, su hermana y una amiga, y los custodios, llevaban dos horas en la escena del hecho sin ningún tipo de supervición o control. La fiscal Fein cree que podrían haberse comprometido pruebas y movido el cuerpo.
Cuando la Justicia llegó al lugar, Prefectura había desobedecido una orden de la fiscal Fein. Su secretario letrado había ordenado por teléfono al prefecto Aranda que nadie ingresara al departamento hasta que Fein estuviera presente en el lugar. Sin embargo, cuando la fiscal llegó a la escena del hecho, se encontró con varios prefectos dentro del departamento. La Prefectura asegura que ingresó a la vivienda de Nisman por orden de Fein. La fiscal lo niega.
El cuerpo fue movido, no sólo lo aseguran las pericias de la querella, que encabeza la ex esposa, Sandra Arroyo Salgado. También lo asegura la fiscal Fein. Lo que no se sabe es si el cuerpo fue movido antes o después de la llegada de Prefectura al lugar. Cuando Fein llegó al departamento el cuerpo ya no estaba trabando la puerta del baño.
Le Parc no era precisamente una fortaleza. Las pericias del edificio demostraron que falló el sistema de seguridad y que ingresar sin ser visto era pan comido para alguien acostumbrado a esquivar guardias de seguridad.
La vida personal de Nisman tampoco ayuda a aclarar el panorama. No se sabe aún con certeza quién es la pareja del fiscal que habría estado en su departamento la noche del 27 de diciembre. Varias mujeres jóvenes, todas con similares características -modelos, rubias, de ojos claros, jóvenes, algunas de ellas empleadas de la fiscalía- aparecen en fotos de viajes y salidas con Nisman, pero su novia “formal” todavía está en duda.
Las finanzas del fiscal engloban el último capítulo de los puntos oscuros del caso. La fiscal Fein no está investigando la situación patrimonial y financiera de la víctima, que podría arrojar pistas sobre un móvil tanto para el suicidio como el homicidio o el suicidio inducido.
Las internas familiares destaparon la existencia de una cuenta en el banco Merril Lynch de Nueva York, de la que el fiscal era apoderado. Estaba a nombre de su hermana, su madre y Diego Lagomarsino, el técnico informático que le dio el arma con la que terminó con un tiro en la cabeza. Lagomarsino reveló además que Nisman se quedaba con la mitad de su sueldo -de un total de 40 mil pesos mensuales-. Tampoco se explicó aún por qué el Audi A5 que manejaba Nisman estaba a nombre de la compañía Palermopack S.A. Además, cuando la Justicia fue a allanar las cajas fuertes que el fisaal tenía en la sucursal 75 del Banco Ciudad, su madre las había vaciado.
Tampoco es clara la relación de los últimos días entre Nisman y el ex director de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia, Jaime Stiuso. El ex jefe de los espías era su principal fuente de información de inteligencia pero no atendió sus últimas llamadas el día sábado 17 de enero.
El celular de Nisman registra una gran actividad durante el viernes 16 y sábado 17. Su última llamada fue realizada ese día a las 20.37. El domingo su teléfono no fue utilizado. Sólo recibió las llamadas de sus custodios. Los peritos de la querella sostienen que para esa hora Nisman podría estar muerto. Los peritos oficiales aseguran que el fiscal murió el domingo cerca del mediodía.
