Luego de que Nación confirmara los controles de precios a manos de grupos sindicalistas, el Gobierno porteño les pidió a los comerciantes y trabajadores que denuncien a los camioneros que supervisan la mercadería que sale de los centros de distribución de los supermercados cuando estos actúen de manera violenta.
El anuncio fue efectuado por el jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y recibió el apoyo de varios dirigentes opositores que aprobaron y promovieron su iniciativa.
«Frente a cualquier situación en la que reciban un hostigamiento, una amenaza, una dificultad para poder ejercer sus derechos, cuentan con el 911 para ponerse en contacto con nosotros y que las fuerzas de seguridad, la Policía de la Ciudad, se haga presente en los comercios y restablezca el imperio de la ley», anunció el Jefe de Gabinete de la Ciudad.
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Esta determinación se tomó luego de que se diera a conocer que la Secretaría de Comercio de la Nación, comandada por Matías Tombolini, acordó con los sindicalistas y organizaciones sociales para que realicen inspecciones para hacer cumplir el programa Precios Justos. En ese sentido, la oposición salió al cruce y habilitó el número 911 para «denunciar controles ilegales de precios».
Fue Felipe Miguel -quien ahora también comanda el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad- junto al secretario de Asuntos Públicos Waldo Wolff, quienes alentaron a los comerciantes porteños que denuncien estos aprietes por parte de Nación.
«LLAMÁ AL 911: No permitas que ni la patota de Moyano ni los piqueteros de Alberto Fernández te aprieten. Llamá y denunciá. Desde CABA vamos a cuidarte del apriete K. La inflación no se baja a los golpes. Llevan 16 de los últimos 20 años gobernando y todavía no se dieron cuenta», publicó Wolff en sus redes.
Por su parte, la exgobernadora de Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, opinó: «Enviar sindicalistas a los supermercados no es control, es extorsión. La inflación no se soluciona vigilando supermercados ni con aprietes, se enfrenta con un plan económico realista y a largo plazo».
También se sumó el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, quien está trabajando en una ardua campaña presidencial para lograr quedarse con el sillón de Rivadavia. Larreta acusó al Gobierno Nacional de tomar acciones «ilegales» para intentar controlar los precios: «Es una decisión ilegal, que no sirve para nada y que es lo opuesto a lo que necesitamos los argentinos», comentó.
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Con ese fundamento el líder de Juntos opinó que los trabajadores necesitan «que se les saque la pata de encima y los dejen trabajar» y no que «les manden patotas a apretarlos».
Este lunes, en diálogo con el medio TN Felipe Miguel reafirmó sus declaraciones y sostuvo que este tipo de controles a los precios nunca fueron efectivos para impedir las subas: «Nunca funcionó en la Argentina», pero «ahora, además se convocó a una suerte de fuerza paraestatal para amedrentar, para hostigar, a los comerciantes y a quienes están ejerciendo su legítimo derecho a trabajar y comerciar, cruza todos los límites».
«Por eso queremos aprovechar para decirle a los comerciantes y a todos aquellos que ejercen su derecho a trabajar y comerciar libremente, que van a encontrar de nuestro lado todo el respaldo frente a estos atropellos», explicó.
Para finalizar, el jefe de Gabinete le pidió a los emprendedores y comerciantes que no se acostumbren a este tipo de atropellos: «No hay que acostumbrarse ni naturalizar este atropello permanente del kirchnerismo a las instituciones, a la ley y a los derechos de todos aquellos que quieren ejercer y vivir y trabajar con tranquilidad en la Ciudad».