El presidente Alberto Fernández se hizo presente en José C. Paz para anunciar la finalización de 2.838 obras públicas en todo el país y, además, la ampliación del Hospital Caporaletti.
En su visita al municipio bonaerense fue acompañado por el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis y el intendente Mario Ishii. Tras ponderar la realización de más de 2.800 obras, el Jefe de Estado se refirió al problema del desempleo y la informalidad de cientos de miles de trabajadores lo que también complicó la finalización de dichas obras.
Leé también: La oposición pidió denunciar a las «patotas sindicales» que controlan los precios
«Los ingresos de los trabajadores formales le ganaron a la inflación, pero nos queda el problema de los trabajadores informales que son muchos en la Argentina y tenemos que darles una respuesta», inició, y siguió: «Porque esos trabajadores informales no están registrados y no gozan de los derechos de un trabajador formal», tales como vacaciones pagas y aguinaldo, ejemplificó el Presidente.
Fernández remarcó la importancia de blanquear esos empleos y atacó al Gobierno de Mauricio Macri a quien acusó de «no preocuparse por los trabajadores». «Ellos, lo que hacían, era recomendarles a esos trabajadores que se vuelvan emprendedores, que se hagan monotributistas y los largaban a la buena de Dios, y terminaban en bicicleta repartiendo pizzas. Y lo que yo quiero es que cada uno de ustedes tengan un trabajo digno», lanzó Fernández ante la mirada confusa de los trabajadores presentes.
Sin escatimar cuestionamientos contra el expresidente, Alberto se lamentó por el daño que le causó al país el mandato de Juntos por el Cambio y también pidió que no se dejen contaminar ante la negatividad de la oposición: «Que no nos confundan con una prédica constante que busca desanimarnos, hacernos bajar los brazos y sentir que está todo mal. No se desanimen porque ya nos mintieron demasiado».
«Lo único que nos frustró a los argentinos es ese presidente que tuvimos y que se llama Mauricio Macri», dijo vehementemente ante los militantes, y pidió que «ahora disfrutemos que la Argentina es otra, se pone de pie, tiene futuro y tiene un horizonte y esta vez el horizonte no nos lo van a tapar como quisieron hacer otras veces».
En otro tramo de su alocución -también repleto de críticas a la gestión anterior-, el mandatario se detuvo a leer un cartel que decía «gracias Presidente» y comentó: «A mí no me tienen que agradecer nada, sólo cumplo con mi deber», y remarcó que al asumir se prometió gobernar en beneficio de todos y no de algunos pocos como lo hizo el Gobierno del expresidente que «cerró 23.000 pymes y destruyó dos millones de puestos de trabajo».
Leé también: El reclamo del abuelo de Lucio Dupuy: «Ni organismos de derechos humanos, ni el Estado nos preguntaron cómo estamos»
Luego continuó: «No fui yo ni fue Cristina quienes endeudamos al país en 100.000 millones de dólares, no fuimos nosotros, fueron ellos que además lo hicieron en tiempo récord, en dos meses, y ahora, claro, tenemos que lidiar con la deuda, y tenemos que lidiar con el crecimiento».
Después de recordar la negociación el Fondo Monetario Internacional y la dificultad para organizar los pagos sin contar con presupuesto, el Presidente ponderó las obras presentadas y elogió al intendente Ishii por su desempeño: «Es un gran intendente».
En cuanto a las obras presentadas, según detalló La Rosada, estas son 2.838 obras finalizadas en «1.134 días de gestión que forman parte de un total de 5.724 iniciativas planificadas, de las cuales 2.801 se encuentran en ejecución y las 85 restantes en análisis de proyección».
Estas obras contaron con una inversión de 247.294 millones de pesos que fueron distribuidas en el 100% de los municipios del país y la Ciudad de Buenos Aires, «sin discriminar por remera» como dijo Fernández en relación a los partidos políticos. Estos datos en infraestructura revelan que «en promedio, se realizaron y finalizaron 2,5 obras por día».