Netflix estrenó una nueva serie protagonizada por las legendarias actrices Jane Fonda y Lily Tomlin, quienes encarnan a dos eternas rivales que se ven unidas por un cambio bastante particular en sus matrimonios.
Por Alejandra Casal ( @alitacasal )
El año pasado la noticia se dio a conocer por todos lados: tras 35 años sin trabajar juntas, las geniales actrices Jane Fonda y Lily Tomlin volverían a la pantalla chica en un proyecto de Netflix: Grace y Frankie. Luego, en enero de este año, la ceremonia de los Golden Globes las tuvo como presentadoras del premio a Mejor Actor y, además de confirmar la pareja protagónica de la nueva serie, dejaron en claro que son mujeres con fuerte presencia y que no se callan nada: “Es bueno que los hombres al fin reciban el reconocimiento que se merecen por ser buenos en comedia”, dijo Fonda, con ironía, a lo que Tomlin le redobló la apuesta: “coincido, al fin podemos dejar de lado este estereotipo negativo de que los hombres no son graciosos”. Esta aparición –y el buen timing que tuvieron en escena- generó más ansiedad por ver a las dos genias histriónicas, amigas en la vida real desde su participación en 9 to 5 (Cómo eliminar a su jefe, junto a Dolly Parton). Finalmente, el pasado 8 de mayo, la plataforma on demand, en su rutina casi habitual con las series, subió la primera temporada completa: sí, los trece episodios de media hora de duración ya están disponibles para quien desee conocer las andanzas de estas dos mujeres tan distintas como queribles.
Volver al ruedo de la comedia. Grace y Frankie, filmada con una sola cámara, sigue la historia de las archienemigas Grace (Fonda) y Frankie (Tomlin), dos mujeres que promedian sus sesenta años, y quienes consideran que ya tienen “la vida solucionada”, aunque quizás no tal como lo esperaban. Un día, los esposos de ambas, socios de un bufete de abogados, les anuncian que están enamorados el uno del otro hace 20 años y que planean casarse, y las dos mujeres sufren un vuelco en sus vidas y, muy a su pesar, quedan vinculadas de forma permanente. No obstante, cada una va a sorprenderse al encontrar en la otra un sostén para enfrentar distintas situaciones. A lo largo de la primera temporada, las vemos atravesar distintas etapas: shock, negación, confusión, enojo y meditación. Y, aún con sus diferencias (Grace es una mujer un tanto dura, algo “fría”, estructurada y neurótica en extremo; mientras Frankie es más relajada, con tendencias New Age y cierto desparpajo en sus formas), generan una extraña unión para afrontar juntas un futuro incierto, y descubrir una nueva definición de “familia”, todo en medio de risas, llanto, cambios en sus personalidades y también algunos antidepresivos.
Además de Fonda y Tomlin, el reparto se completa con otros actores de trayectoria como Martin Sheen (The West Wing) y Sam Waterston (The Newsroom), en el papel de los maridos que dejan a sus esposas para estar juntos. Ambos actores trabajaron antes con las protagonistas en series de TV de Aaron Sorkin, así que su química en pantalla ya estaba probada. La pareja que conforman estos hombres (también muy despareja al interior de sí misma) logra momentos de candidez y mucha gracia en pantalla, con escenas que se transforman en lo mejorcito de la serie. Los actores Brooklyn Decker, June Diane, Ethan Embry y Baron Vaughn completan el rol de los hijos de ambos matrimonios que ahora deberán adaptarse a las nuevas condiciones familiares, con situaciones hilarantes y también emotivas.
Palabra autorizada. La serie, producida por Skydance Productions, fue escrita y creada por Marta Kauffman, Paula Weinstein y Howard J. Morris, nombres con currículum experimentado en la industria televisiva, sobre todo Kauffman, quien tiene en sus créditos el haber sido la co-creadora de la mega exitosa sitcom Friends, entre otras. Si bien la showrunner no reniega de esa experiencia, en una entrevista reciente manifestó que las cosas son distintas con Grace y Frankie: “es mejor que hacer una sitcom, donde tenés que hacer un chiste todo el tiempo, uno atrás del otro; esto es una nueva forma de hacer comedia”. Y contó que el equipo de guionistas está compuesto por doce personas de entre 20 a 60 años para garantizar un arco bien diverso a la hora de escribir. Por su parte, Ted Sarandos, director de contenidos de Netflix, dijo: “La serie que Marta y Howard pensaron tiene un toque cálido, muchísima diversión y, obviamente, solidez”. El tiempo, la crítica y, sobre todo, el público dirán si lo lograron.
La hora de la risa… ¿y del llanto? Grace y Frankie es una serie que puede etiquetarse en la mixtura de géneros, más cerca de ser dramedia (drama-comedia) que de la comedia pura. Por momentos es divertida y por otros es triste, pero asume el envejecimiento con ánimo y aborda temáticas de edad mayor -como el dolor en las articulaciones, las citas a ciegas y el sexo en adultos mayores, la elección sexual y la salida del clóset al ser mayor, etc.- de una manera simpática. Y, sobre todo, ofrece una perspectiva particular sobre estas cuestiones reales que pueden darse en cualquier momento de la vida (aquí nos muestra cómo lidian con ello las protagonistas). Si bien no apunta estrictamente a un target joven de 18 a 35 años, como la mayoría de las series de cable o tv abierta, toda persona que disfruten de ver el tratamiento de estos temas de la tercera edad, llevados a la pantalla con humor y con buenas performances de grandes actores aún en actividad (¡menos mal que les siguen dando papeles!), puede engancharse sin problemas.
Aquí está el tráiler de Grace y Frankie para que vean un poco el ritmo que tiene y decidan si pasa a ser la próxima serie que sigan. Quién les dice, tal vez sea una buena excusa para pasar un buen rato con sus madres, padres y/o abuelos/as.
Si les gusta mucho, ya pueden agendársela para continuar. Parece que la cantante pop Miley Cirus tuvo “algo” que ver, ya que manifestó en su cuenta de Twitter que es FAN de la serie a la semana y media del estreno de Grace y Frankie y ¡bum! Ahora Netflix acaba de renovarla para una segunda temporada. ¡Miren qué contentas están las chicas!