Arde Buenos Aires: el narcotráfico, la política y un juego de traiciones internas modificó el ritmo de la campaña, ¿puede eso cambiar rotundamente el resultado de las PASO?.
Nada está cerrado. En la sede de campaña de Daniel Scioli todavía evalúan el daño que podría sufrir el candidato tras la guerra interna desatada el domingo último. Y también la ventaja que podría sacar luego de que la presidenta Cristina Kirchner, en cadena nacional, lo haya apoyado recuperando la lógica de polarización: Clarín o yo, reemplazada por Clarín o Aníbal.
Impulsado con esa fuerza, el jefe de Gabinete cerró su campaña eufórico y atado con cadenas a los logros de Cristina y a Néstor Kirchner, aunque sin olvidar los guiños a Scioli. Con música de Los Redondos y la locutora oficial que tiene la voz de la presidenta. Bizarro.
“Si el domingo gana Domínguez el lunes nadie más se acuerda del caso. Clarin ya escribió 3 tapas con la denuncia ¿cuántas más le puede dedicar?. Pero si Aníbal (Fernández) gana las PASO nadie sabe cómo va a repercutir éso en la carrera de Scioli; aunque creemos que el perjuicio no sería más que de 3 o 4 puntos”, especula un colaborador cercano al gobernador.
¿Es posible que gane Aníbal? No hay ninguna encuesta seria que hoy por hoy pueda evaluar el impacto del informe en la elección primaria. Cinco días es lo menos que se tarda en recolectar y procesar los datos de un guarismo serio pero, antes del domingo, los números del propio Frente para la Victoria lo daban a Fernández 10 puntos arriba de Domínguez.
Este mediodía en cadena nacional, la propia presidenta Cristina Fernández salió en defensa del jefe de Gabinete. “Si te denuncian (…) tómalo como una cucarda” le dijo elípticamente. Y como si fuera poco, comparó a los colegas del programa de Jorge Lanata con «los grupos de tareas de la dictadura».
El caso -que es ya mencionado en los medios internacionales como la «narcocampaña»- fue convertido en el relato oficialista como un espaldarazo de kirchnerismo puro a Aníbal Fernández.
¿Eso le permitirá sostener una distancia suficiente para bailarle la chacarera en la cara a Julián Domínguez?
Por ahora, todo es un enigma: El costo político de estar sospechado en un caso de narcotráfico, el costo judicial ¿declarará Lanatta ante el juez lo que dijo frente a cámaras?
Y lo más importante de todo: ¿Cuál es la relación entre las redes que manejan la droga que mata a nuestros pibes y los políticos de alto rango del gobierno?. El enigma que debe dejar de serlo para que toda esta campaña no sea un chiste de mal gusto.