El ocho de agosto fue el Día del Internacional del Orgasmo Femenino. Comenzó a “festejarse” en Brasil y luego la idea fue adoptada por otros países. El objetivo es celebrar a las mujeres que lucharon por vivir a pleno su sexualidad, rompiendo prejuicios sociales y animándose a más. Aprovechando este día, los sexólogos destierran mitos y responden dudas. ¿Cuánto sabemos sobre orgasmo femenino? ¿Por qué algunas mujeres son multiorgásmicas y otras no? ¿Existe la anorgasmia? ¿En qué se diferencia del masculino?

Que se pueden tener varios al mismo tiempo. Que sin un hombre no se puede alcanzar uno verdadero. Que la mayoría son fingidos. Que si no los tenés sos una frígida y si tenés múltiples sos una ninfómana. Que los hay clitorianos y vaginales. Que todos son iguales. Que son todos distintos. Sobre los orgasmos femeninos se ha dicho y se dice de todo. Pero lo cierto es que se sabe muy poco.

La investigación sobre el placer femenino fue históricamente un terreno virgen. La mujer estaba, según el pensamiento de los señores de la ciencia, destinada a procrear y satisfacer los deseos del hombre. Si el susodicho era eyaculador precoz no importaba demasiado, si no le interesaba el juego previo, dejar feliz a su compañera y que gozara tanto como él, tampoco. Y si ella osaba no necesitar de un pene para sentirse satisfecha, era -como mínimo- una perversa o una desviada.

Fueron el ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson ( la serie Masters of Sex cuenta la historia y les brinda homenaje) quienes, contra todo el sistema médico tradicional, comenzaron en 1957 a estudiar el orgasmo y el placer, cuestionando las teorías de Freud que aseguraban que la mujer era sexualmente pasiva y tenía relaciones sólo para cumplir el sueño de ser madre. Masters y Johnson hicieron algo revolucionario: cambiaron el rol de la mujer como objeto sexual del hombre y le dieron un lugar activo. “Nosotras también tenemos deseos propios y buscamos el placer tanto como ustedes”, dijo Johnson y lo demostró a través de una larga investigación que les costó, a ella y a Masters, perder puestos de trabajo, además del apoyo y el respeto de los colegas.

Hoy existen revistas femeninas, programas de radio, de televisión, películas, consultorios médicos y gran cantidad de espacios que se encargan de poner en palabras y explicar los misterios del cuerpo femenino. Sin embargo, las dudas y los prejuicios siguen siendo muchos. Este año Argentina se sumó a celebrar el Día Internacional del Orgasmo Femenino, con el objetivo de celebrar el placer de la mujer y desterrar prejuicios machistas que impiden pasarla bien e imponen exigencias absurdas. En esta nota te contamos algunas cosas para desterrar mitos y aclarar verdades.

¿Cualquiera puede tener multiorgasmos?

“El multiorgasmo consiste en la repetición del reflejo nervioso que produce el clímax en la mujer, dos veces ó más, durante la misma relación sexual”, explica la Dra. Beatriz Literat, Sexóloga Clínica a cargo del Departamento Sexología Clínica de Halitus Instituto Médico. “No es un mito, pero no todas las mujeres pueden lograrlo. Si bien, biológicamente, la repetición del reflejo es perfectamente posible, son necesarias algunas condiciones en la mujer para que pueda alcanzarlo. Por ejemplo la técnica sexual adecuada y el estado emocional que tenga en ese momento, que puede  tanto permitirlo como inhibirlo”. “No hay que convertir al multiorgasmo en un objetivo”, agrega Diana Resnicoff, sexóloga de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana. “Tener multiorgasmos no es sinónimo de tener mejores relaciones sexuales. Pensar la sexualidad en cantidad de orgasmos genera exigencias y frustraciones que no sirven para nada”.

¿Existen varios tipos de orgasmo?

Hasta hace poco -gracias al legado de Freud- se creía que existían distintos tipos de orgasmos según la madurex sexual de la mujeres: los que se presentaban gracias a la estimulación del clítoris y los vaginales, por estimulación del llamado punto G. Sin embargo, aunque es un tema polémico que sigue en discusión, hoy la mayoría de los especialistas aseguran que el orgasmo es uno y se puede llegar a él de tantas formas como mujeres existan.

¿Hay mujeres que no pueden tener orgasmos?

Todas las mujeres son capaces de tener un orgasmo.Sin embargo, según un estudio realizado en el hospital Durand, tres de cada diez mujeres dicen no poder alcanzarlos. “Es una maquinaria innata, pero todo el mundo no la conoce lo suficientemente bien para hacerla funcionar”, señaló Virginia Johnson en una de sus investigaciones. Es cuestión de aprender a conocer el cuerpo y explorar las sensaciones. “El gran cambio para que una mujer logre el orgasmo consiste en dejar de esperar que el varón se lo dé y sólo con penetración, y entender que debe hacer algo activamente para lograrlo. Muchas no tienen en cuenta que la mayoría necesita estimulación clitoridea adicional para llegar al clímax. En la cama, Copperfield no existe y los príncipes que te despiertan con un orgasmo tampoco”, dice el sexólogo Adrián Helien.

¿Existe la eyaculación femenina?

Algunas mujeres describen la salida de fluidos de la vagina cuando se aproximan al orgasmo, incrementando el placer sexual. Se denomina eyaculación femenina y alrededor del 40% de las mujeres la experimenta. “Son muchas las personas que se confunden y piensan que no pueden controlar el deseo de orinar durante el orgasmo.  Esta falta de conocimiento de que lo que se está produciendo es la eyaculación y no incontinencia resulta en momentos de incomodidad, ansiedad y vergüenza”, dice la asexóloga Alessandra Rampolla. “La eyaculación de ninguna manera señala madurez ni capacidad sexual, es una experiencia muy particular que, de producirse, debe ser aceptada como normal y verse como una oportunidad más de expresarse sexualmente”.

¿Todas las mujeres sienten los orgasmos de la misma manera?

Cada una experimenta de manera diferente. Los especialistas aseguran que la creencia de que durante el orgasmo se debe sentir una “explosión” de sensaciones corporales, es falsa. “Muchas mujeres sienten unas pequeñas contracciones musculares en su vagina, las cuales duran muy pocos segundos y luego desaparecen”, dice la sexóloga, “y eso también es un orgasmo”.