No sólo hay enfervorizados celebrantes del Papa Francisco: también existen sus opositores, que recuerdan quién era Jorge Bergoglio. Artistas, representantes de la comunidad GLTB, militantes socialistas y filósofos atacan la moda papal.
Un furor recorrió el mapa de la vida social argentina y de sus medios de comunicación con la visita de Francisco a Cuba y a Estados Unidos: una verdadera ola papal. Un consenso generalizado que llevó a que cada tramo de su estandía en la Isla o en el gran país del norte fuera seguido con delectación de relojero por las cámaras -y por los televidentes locales-. En los diarios, los canales de televisión, las redes sociales todo se condensaba en loas al Papa. Sin embargo, una minoría intensa se negó. Apartados por decisión propia de la ola papal, artistas, pensadores y militantes políticos expresaron su oposición al Vaticano y a su representante monárquico de gira por el continente. Quizás porque lo habían conocido antes como Jorge Bergoglio en la Argentina, quizás por una oposición de principios, tal vez porque se oponían a la idea de dios. O en homenaje al fallecido gran artista anticlerical León Ferrari.
Justamente, León Ferrari -cuya muestra retrospectiva en el centro cultural Recoleta fuera boicoteada por Jorge Bergoglio cuando era arzobispo de Buenos Aires– había fundado en 1995 el “Club de impíos herejes apóstatas blasfemos ateos paganos agnósticos e infieles, en formación” (CIHABAPAI) que mediante solicitadas en los diarios se oponía a la existencia del infierno y solicitaba al Papa de aquel entonces -Juan Pablo II- que anulara tal institución. “Quienes suscribimos la carta adjunta, luego de meditar sobre el Juicio Final – como pidiera el Papa – hemos iniciado una campaña para eludir la compañía de Satanás gestionando ante el Sumo Pontifice la cancelación de aquel Juicio. Si usted comparte nuestra preocupación agregue su firma. Si considera prudente agremiarse para defender sus derechos, y los nuestros, únase a nosotros en el CIHABAPAI”. El “Club” contó con la participación de artistas, intelectuales y periodistas como Aníbal Cedrón, Diana Dowek, Gabriela Esquivada, Noé Jitrik, Tununa Mercado, Felipe Noé, Daniel Veronese, entre otros. Juan Carlos Capurro, abogado y artista miembro del grupo Estrella del Oriente, comentó a Border cómo continúa planteando su oposición papal. “Bergoglio fue elogiado por todos luego de realizar su discurso en el parlamento estadounidense por supuestas críticas sobre el poder y contra la guerra, pero lo peor del capitalismo, del poder y de la guerra era lo que estaba aplaudiendo ahí el discurso de Bergoglio. Estamos ante una pregunta gigantesca: ¿quién es el impostor? ¿Los impostores son quienes se pusieron de pie aplaudiendo a quien los ataca o el impostor fue el Papa que señaló unas críticas sobre hechos que, sin embargo, su institución promueve?”. La retrospectiva de León Ferrari de 2004 había sido clausurada por unas demandas judiciales interpuestas por sacerdotes católicos con la venia del entonces cardenal Jorge Bergoglio, quien realizó misas públicas para condenar la exhibición. Luego pudo ser reabierta, logrando récords de visitas por parte del público. Este episodio de censura suele ser olvidado cuando se recuerdan los pergaminos del actual papa Francisco. “Estoy en contra de la Iglesia porque es una institución reaccionaria -explica Capurro- y no cambió y no lo puede cambiar por los intereses que defiende”.
La Comunidad Homosexual Argentina también reaccionó en contra de Francisco luego de su discurso en Estados Unidos en el que defendió la familia tradicional y se opuso al matrimonio entre personas del mismo sexo. Border conversó con César Cigliutti, presidente de la CHA, que dijo: “Nuestra posición es la histórica de la comunidad LGBT, que es defender nuestros derechos y los de nuestras parejas y nuestras familias y que trata de defender el matrimonio igualitario contra cualquier discurso que se le oponga. Denunciamos la discriminación del papa Francisco: no puede ser que defienda la desigualdad ante la ley. Cuando se iba a aprobar el matrimonio igualitario en nuestro país el entonces cardenal Bergoglio llamó a una ‘guerra santa’ contra esa iniciativa. Hoy su discurso no se diferencia de aquel: el Vaticano sigue haciendo lobby en todo el mundo contra el matrimonio igualitario. No cambió nada”. Cuando se aprobó el matrimonio igualitario en el país Bergoglio no sólo llamó a una guerra santa contra la ley, sino que escribió que se trataba de un plan del demonio. “Para mí es un enemigo declarado -continúa Cigliutti-. Representa a una iglesia que en Estados Unidos tiene 6400 curas denunciados por abuso de menores y se refiere a la cuestión con eufemismos, cuando la Iglesia católica estadounidense gastó más de 3 mil millones de dólares en indemnizaciones por esos crímenes”.
Todo el arco político se rindió de rodillas ante el Papa, comenzando por la presidenta Cristina Fernández quien, luego de ser una supuesta enemiga de Bergoglio, se convirtió en su más enfervorizada fan luego de que asumiera como papa Francisco. Pero no sólo ella: el macrismo, el massismo -pese a que su líder no fue recibido por Bergoglio en el Vaticano- y hasta la centroizquierda de Stolbizer fueron a buscar la bendición papal. Menos los trotskistas. Gabriel Solano, candidato a diputado por el Frente de Izquierda, así lo explica: “Primero hay que señalar que el hecho que el Papa deba denunciar en la meca del capitalismo las consecuencias del capitalismo -desde el hambre, los refugiados, la destrucción del medio ambiente- plantea desde el punto de vista estratégico la legitimidad de la lucha de los socialistas. Sin embargo, el Vaticano no va a solucionar estos problemas. Les está diciendo a los de arriba, a los propios capitalistas, que si esto sigue así el régimen entrará en crisis. Es una advertencia para que el capitalismo haga modificaciones si quiere subsistir. En cambio, los socialistas decimos que justamente por estos problemas debemos tirar abajo el capitalismo”. El Papa no fue solamente a Estados Unidos, sino que pasó por Cuba, luego de ser un impulsor del reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el gran país del norte y la Isla. “El Papa no planteó el levantamiento del bloqueo y dijo una frase que no comparto -señala Solano-: dijo “que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba”. Es la teoría de los dos demonios. Cuba nunca quiso estar cerrada al mundo, sino que es víctima del bloqueo yanqui”.
Silvina Giaganti, escritora y docente de filosofía, se mostró alarmada frente al furor papal. “Me parece que la gente se deja llevar por el carácter carismático, de persona ‘macanuda’ de Bergoglio, un tipo que bendice una camiseta de San Lorenzo y comenta la cotidianidad del fútbol y que por eso se aleja de una reflexión más distante y objetiva sobre los puntos que el Papa sigue sosteniendo. Si rascás la superficie, la Iglesia es un sistema de perpetuación de manifestaciones conservadoras. El Papa acaba de decir que la homosexualidad es un comportamiento anómalo que altera a los pueblos. Cuando dice eso en el marco de un mundo en el que la homosexualidad está penada con la pena de muerte en siete países sus declaraciones se tornan tremendas. La Iglesia sigue siendo un sistema de control de los cuerpos y las almas y que tiende a la discriminación de las minorías”.
Celebrado por todos, vivado por multitudes, sin embargo siguen existiendo puntos de vista opuestos a la moda vaticana. Se podrá estar de acuerdo o no con ellos, pero es importante que se sepa que existen modos de considerar a Francisco diferentes a los de la mayoría enfervorizada.