Los candidatos que se enfrentarán el 25 de octubre aguardan los sondeos tras el debate. En el sciolismo creen que no los afectó.
En el comando de campaña de Daniel Scioli creen que haber faltado al debate no le provocará una caída en las encuestas. A lo sumo, arriesgan, no crecerá, pero tampoco lo estaba haciendo antes, con lo cual el impacto en su candidatura sería nulo.
Se basan en los sondeos previos a la realización del programa “Argentina Debate”. Ya conocida la decisión del candidato del Frente para la Victoria de no asistir a la cita en la Facultad de Derecho de la UBA, las encuestadoras contratadas por el oficialismo determinaron que el escape de Scioli a la discusión no le restaba votos. Por ahora, están tranquilos.
La ansiedad por encuestas frescas es mayor en las filas opositoras. Esperan que el contraste entre su participación en el debate y el atril vacío de Scioli los ayude a recortar la diferencia. Esa esperanza, que invade particularmente a Mauricio Macri y Sergio Massa, está alimentada por la dinámica que le dieron a la discusión.
Los candidatos de Cambiemos y de UNA se concentraron en sus propuestas de campaña (con discutible nivel de realismo) y trataron de mantener la confrontación al mínimo. Se tiraron sus dardos, lógicamente, pero con la puntería calculadamente baja. Casi como si se hubieran puesto de acuerdo en no lastimarse entre ellos más de lo que podían lastimar a Scioli por ausentarse.
Macri y Massa contaron, además, con los centros a la cabeza que les pateó por Adolfo Rodríguez Saá, el candidato de Compromiso Federal, que estuvo poco enérgico. Quizá menos que en algunos de sus discursos en el Senado. Margarita Stolbizer, de Progresistas, y Nicolás del Caño, del Frente de Izquierda jugaron mucho más fuerte. No dejaron pasar oportunidad de patearle los talones a nadie. Con nada para perder y todo por ganar, era esperable.
El líder del PRO sabía que era quien más tenía para perder en el debate. Lo admitió en los días previos, en charlas con periodistas en las que se mostró consciente de que siempre, en toda discusión política, aquel que se encuentra en un cargo Ejecutivo está más expuesto a la crítica, pues no hay gobierno sin fallas.
Pero su confianza en que la sola participación lo ayude en las encuestas se apoya en la máxima que repite como un mantra Marcos Peña, su principal asesor: “el 70 por ciento de la gente define su voto pocos días antes de la elección”.
Massa, en tanto, viene envalentonado por la remontada de las últimas semanas. En los últimos días circularon encuestas que lo mostraron como el candidato con las “propuestas más claras” para los votantes. Eso es lo que trató de reforzar en “Argentina Debate” y cree haberlo conseguido. Como Macri, aguarda ahora los últimos sondeos.
El termómetro Twitter
A pesar de que sólo dos canales transmitieron el programa y de que la TV Pública le puso en frente el clásico Independiente-River, “Argentina Debate” fue de lo más comentado en Twitter. Rodríguez Saá tuvo 8.700 menciones en la red de los 140 caracteres. Stolbizer 49 mil; Del Caño 57 mil; Macri 67 mil y Massa 69 mil, en gran parte, por la picardía de dejar correr en silencio los 20 segundos adicionales que le hubieran correspondido a Scioli.
Y es que la ausencia del postulante del oficialismo lo hizo más presente. Tuvo 110 mil menciones en Twitter y fue criticado no sólo por sus rivales, sino también por los moderadores.
Si es real la convicción del oficialismo de que un debate no modifica la intención de voto de los electores, se vuelve entonces más difícil de explicar el faltazo de Scioli. Con casi 10 puntos de ventaja y a la luz de lo que fue finalmente la discusión de los candidatos, se puede suponer que no hubiera perdido tanto si ocupaba su atril.
Los tres candidatos que encabezan las encuestas manejan ahora la posibilidad de que haya un nuevo debate. Tal vez en TN. Antes o después del ballotage. Pero en un país donde esta costumbre no está instalada y donde el Gobierno (en la voz de Aníbal Fernández) se limita a reducir la realización del primer debate presidencial a un “show mediático”, resulta difícil pensar que esa opción se concrete.