La causa que intenta develar lo que sucedió con el submarino ARA San Juan sumó otro capítulo de polémica en esta larga historia que la envolvió desde su desaparición. Las denuncias cruzadas de produjeron en torno a las más de 67 mil imágenes que la jueza federal a cargo de la investigación, Marta Yáñez, recibió de manos de la empresa Ocean Infinity, que encontró la nave a 907 metros de profundidad el 17 de noviembre del año pasado.
En las últimas horas trascendió la información de que la magistrada todavía no había podido acceder a ninguna de las imágenes entregadas por la empresa norteamericana y que, además, muchos de los archivos estaban “dañados”, lo que imposibilitaba su visualización. Inmediatamente la misma Yáñez desmintió esta información en declaraciones a otros medios y aseguró que había podido ver el contenido de uno de los tres discos rígidos enviados por la empresa norteamericana. Allí están casi la totalidad de fotos y videos en alta calidad.
Pero según pudo averiguar #BORDER en exclusiva en base a fuentes de los distintos actores que participan de la causa, hay un archivo clave que muestra una imagen completa del ARA San Juan que está dañado y tuvo que ser pedido nuevamente por la doctora Yáñez.
El documento es similar a un “rompecabezas”, conformado por las distintas fotos en alta definición que pudieron tomar los ROV sumergibles de los barcos sobre el estado y la ubicación del submarino. Es la foto completa que muestra dónde y cómo está la nave que desapareció el 15 de noviembre de 2017. Es la imagen completa del submarino.
El archivo está dentro del disco rígido número 1, el mismo que contiene todas las fotos y videos. Es donde están las pruebas fehacientes del lugar y del estado en el que se encuentra el ARA. “Archivo dañado”, figura en los detalles al querer ser abierto, tal como pudo saber este medio. Es el documento más pesado de todos. Seguramente sea porque contiene un “collage” de todas las fotos. Sólo ese archivo pesa más de 3 GB. También en el disco había dos carpetas vacías.
Justamente las mayores críticas de las querellas, que apuntaron directamente contra la jueza Yáñez, se centraron en las imágenes pero particularmente en este archivo que aglutina todas las fotos. Luis Tagliapietra, querellante y abogado de un grupo de familiares, denunció un “mal manejo” de la magistrada y pidió por este material, que él lo llama “mosaico”: “A bordo la empresa ya había hecho esa composición… quizás la jueza quisiera volver a componer la imagen por no confiar en el trabajo de la empresa, pero eso no implica que ella no pueda ver el material”, lanzó Tagliapietra.
Fuentes del juzgado reconfirmaron ante #BORDER que la falla provino de origen y que el archivo siempre mostró un “error”. Para recuperar el material Yáñez le solicitó a la Ocean Infinity, a través de un oficio presentado a la Armada, que le informe si efectivamente tiene el documento guardado y, en tal caso, que vuelva a ser enviado “sin errores”. Allegados a la empresa aseguraron para este artículo que efectivamente lo tienen y que ya estudian las opciones de cómo enviarlo.
Tendrá que estar presente al momento de la entrega un agregado diplomático, uno militar y, en caso de ser necesario, alguna de las otras partes involucradas en la causa. Así sucedió en diciembre del año pasado cuando se enviaron las más de 67 imágenes desde Ciudad del Cabo. Viajaron acompañadas por veedores y al llegar a suelo argentino fueron recibidas por emisarios del juzgado que sin escalas llevaron las valijas con toda la información al sur del país. “Los precintos de seguridad para controlar que nadie abriera las valijas estaban en perfectas condiciones”, aseguró una de las personas que participó del operativo.
Igualmente el archivo clave dañado no fue la única falla que encontró la jueza. Tal como consta en otro oficio enviado a Ocean Infinity también a través de la Armada, Yáñez y su equipo encontraron que en el disco rígido número 1 había menos archivos y carpetas de las que constaba en el acta enviada por la firma norteamericana. La magistrada pidió el 10 de diciembre que la empresa se “rectifique o ratifique” sobre las cifras que envió. Esta diferencia en la cantidad de imágenes despertó la sospecha de familiares y querellantes. Desde el juzgado esperan que la respuesta llegue pronto.
Todas estas imágenes hasta aquí mencionadas están reunidas en el disco 1. Pero en el 2 y en el 3 hay material que también será clave en la reconstrucción del submarino y el lugar donde se encuentra. En estos dos últimos dispositivos de almacenamiento están alojadas todas las imágenes sonares. Son todas las ondas que los robots manejados por control remoto fueron tomando mientras barrían el lecho marino en busca del ARA San Juan.
Para analizar estas imágenes sonares se necesita de equipamiento especial. Adquirir el software nuevo y todo el programa cuesta unos 49 mil dólares, según los presupuestos que solicitó el juzgado de Caleta Olivia. Pero en Argentina el Servicio de Hidrografía Naval posee uno de estos equipos con los especialistas necesarios para operarla. Es por eso que la jueza decidió analizar las imágenes con el organismo que depende del Ministerio de Defensa.
Todavía no hay una fecha exacta fijada, pero desde la querella como de la cartera de Defensa estiman que será en la última semana de febrero o la primera de marzo. Allí se reunirán en una “sala de crisis” la jueza, el fiscal, las querellas, enviados de la Armada y los especialistas para hacer un mapeo sonar del lugar donde está el ARA San Juan, a 907 metros de profundidad. Una vez que terminen estos análisis, de donde saldrá un mapa que se digitalizará para agregarlo a todas las fotos, los discos 2 y 3 volverán bajo una máxima seguridad al juzgado de Caleta Olivia.
Con la polémica generada en torno a las imágenes se espera que las reuniones, que durarán todo una semana, tengan un clima tenso. Se espera algún reclamo por parte de la querella, que hasta denunció que “la causa está frenada”. Denuncias cruzadas en una causa que desde un comienzo pareció mostrar un trasfondo oscuro entre los mismos miembros de la Armada y el Gobierno, y que parece no cesar ahora, que el submarino fue encontrado.
Según pudo saber #BORDER hay cierto malestar, también, en las oficinas oficiales y en la justicia sureña por el error que mostraron los archivos enviados por Ocean Infinity, la empresa que cobró 7.500.000 de dólares por encontrar el submarino, casi sobre el final de la operación.
Las polémicas y sospechas parece que no desaparecerán en esta historia, mientras los familiares esperan saber qué pasó con los 44 tripulantes que viajaban a bordo del ARA San Juan.