El chisme sobre la posibilidad de estatización o cierre de un banco privado de capitales nacionales cayó como una bomba en la city porteña. Una reunión de altos funcionarios con el jefe del Banco Central hizo crecer las especulaciones.

 Por Javier Alvarez

Un rumor, un chisme, un trascendido. Hasta ahora no es más que eso. Pero con el paso de las horas se va convirtiendo en murmullo: la versión indica que el Gobierno daría de baja la autorización para operar a un banco, o lo más drástico, lo estatizaría. Dos diarios, Página/12 y BAE (ambos de corte más oficialista que crítico), se hicieron eco de la eventual decisión tanto el domingo como el lunes. Y eso hizo estallar la especulación en donde la tierra para ello es más fértil: el mundo financiero.

Los traders de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires hablaron este lunes con cuanto funcionario y contacto en las sombras tienen en el Gobierno de Cristina Kirchner.  El chisme, trascendido o versión no confirmada, no parece ser una broma, pero nadie se anima a confirmarlo o desmentirlo, ni si quiera en el sombrío «off the récord» tan implorado en estos últimos años.

El Gobierno estaría pensando en aplicar una sanción extrema contra una entidad bancaria de capitales nacionales para fortalecer su autoridad entre los barones del sistema financiero. Acusan a la firma (cuyo nombre aún no salió a la luz) de orquestar varios intentos de devaluación. El jefe del Central, Alejandro Vanoli, se reunió al mediodía con Ricardo Echegaray (AFIP); Alejandra Gils Carbó (Procuraduría General); Cristian Girard (CNV); José Sbatella (UIF) y Juan Bontempo (Superintendencia de Seguros). En la autoridad monetaria le dijeron a #Border que en este encuentro “se acordó sostener y profundizar las políticas y los procedimientos de control y supervisión del sistema para garantizar el cumplimiento de las normativas cambiaria, financiera y de antilavado”.

Por los rumores, la Bolsa tuvo un día muy inestable. Arrancó en baja, subió hacia el mediodía y a la tarde pegó la vuelta: el Merval bajó un 0,7 por ciento, por novena rueda consecutiva, a 9.676,74 unidades; pero en lo que va del año acumula una ganancia del 79,5 por ciento. Si bien lo del banco en la mira no lo confirmó nadie, los bolseros no pierden de vista que el hermetismo caracteriza a la gestión de Alejandro Vanoli al frente del Banco Central a diferencia de la de Juan Carlos Fábrega, donde las novedades llegaban muy rápido a la city.

“Se llevaron 62.000 millones de dólares en un puñado de años. Provocaron ocho corridas. Son ellos los que siembran permanentemente el pánico. Algo tenemos que hacer, sino nos van a llevar puestos”, le dijo a #Border un funcionario de primera línea del Gobierno al ser consultado sobre la versión en cuestión. Pero no confirmó la fuente consultada a metros de Plaza de Mayo que fuera esa la medida decidida: caería como un mensaje negativo y pesimista en un momento en el que el país necesita inversiones, ingreso de dólares, para poder sostener su desendeudamiento e incluso el comercio exterior.

El diario BAE publicó una información en esa misma línea, que correspondería a palabras de un ministro: “Si hace falta que cerremos algún banco y que suspendamos hasta la última sociedad de Bolsa, lo vamos a hacer. Tenemos todo el respaldo de la jefa (Cristina Kirchner)”;  y la edición dominical del diario Página/12 había adelantado algo: «La batería de medidas para disminuir la brecha cambiaria fue el golpe adecuado para tranquilizar las expectativas de devaluación y recuperar el control del mercado por parte del Banco Central”.  Y agrega: “En el equipo económico saben que esta reacción no significa inmunidad a una nueva corrida cambiaria en los meses calientes de la contienda electoral del año próximo”.Para cerrar con: “Dicen que se están preparando para continuar esta pulseada fortaleciendo la actual estrategia financiera y de control del mercado, adelantando que puede escalar en su intensidad hasta la estatización de un gran banco nacional “flojo de papeles” muy activo en estimular las corridas cambiarias».