Productos alimenticios distribuidos por el Gobierno aparecieron a la venta en Marketplace de Facebook, y hasta en Mercado Libre. Este hecho involucra a la Fundación Conin y puso en el centro de la polémica al Ejército Argentino, encargado de repartir estos alimentos en Mendoza. La situación generó una ola de indignación y cuestionamientos sobre la transparencia y la eficacia en la distribución de ayudas gubernamentales.
La Fundación Conin, presidida por el controvertido médico Abel Albino, denunció ante la Oficina Fiscal N° 6 de Mendoza la venta ilegal de leche. Estos productos, destinados originalmente a comedores y merenderos, fueron distribuidos recientemente por el Ejército Argentino. Los anuncios en la red social mostraban cajas de leche con el sello «prohibida su venta y/o comercialización», revelando una clara violación de las normativas. Además, debido a que las cajas de leche tiene números de lote, es posible entonces certificar que se trata de las mismas cajas que el gobierno debía distribuir.
El escándalo se originó tras la retención de casi seis mil toneladas de alimentos por parte de la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Con la fecha de vencimiento de estos productos aproximándose, el Gobierno decidió involucrar a la Fundación Conin para su distribución. El 4 de junio, Pettovello y Abel Albino (titular de la fundación) firmaron un acuerdo que asignaba a la fundación la tarea de repartir parte de la mercadería a punto de caducar.
La subsecretaria Legal del Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, afirmó que los productos no estaban vencidos, aunque sí próximos a caducar. Defendió la actuación del Ministerio, alegando que se dispuso el reparto inmediato al tomar conocimiento de la situación. Sin embargo, las críticas no se hicieron esperar, cuestionando la transparencia y la eficacia en la gestión de estos recursos vitales.
El escándalo subraya la urgencia de una gestión más transparente y eficiente de los recursos destinados a la asistencia social. La venta ilegal de alimentos no solo constituye un delito, sino que también afecta a los sectores más necesitados. Ante estos eventos, la Fundación Conin a cargo de Abel Albino pidió al Registro Nacional de Comedores que investigue a las personas responsables de los anuncios.
El incidente puso de manifiesto graves fallas en la administración pública y la necesidad de fortalecer los mecanismos de control y fiscalización. La implicación de personajes controvertidos como Abel Albino en la gestión de recursos destinados a los más vulnerables añade una capa adicional de preocupación.