A partir del sábado 1° de junio, los argentinos enfrentarán un nuevo golpe en sus gastos diarios: el precio de la nafta y el gasoil se elevará significativamente debido a la actualización del Impuesto a la Transferencia de Combustibles Líquidos (ICL) y del Impuesto al Dióxido de Carbono (IDL). Esta medida, dispuesta por el Gobierno de Javier Milei, supondrá un aumento total de $9.45 por cada litro de nafta y $12.62 por litro de gasoil, descontado el efecto de los biocombustibles, que se encuentran desgravados.
La noticia se conoció este martes, mediante el Boletín Oficial. El Ejecutivo justificó estos incrementos en la necesidad de mantener la sostenibilidad fiscal y estimular el crecimiento económico. Según el Decreto 466/2024, «resulta razonable diferir parcialmente los efectos de los incrementos que resultarían aplicables a partir del 1° de junio de 2024 para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil».
Impacto del aumento: cómo queda el precio de la nafta y el gasoil
Con la nueva actualización en los impuestos se estima que el precio del litro de nafta experimentará un aumento del 10% promedio en la Ciudad de Buenos Aires. En caso de que YPF decida trasladar esta suba a los precios vigentes, los valores en la Ciudad de Buenos Aires sufrirían un cambio considerable. La nafta súper pasaría de $870 a $957 por litro, mientras que la nafta premium aumentaría de $1074 a $1181 por litro. En el caso del gasoil, superaría los $1.000.
Crisis en el consumo de combustibles: causas y consecuencias
Durante mayo, a pesar de la postergación de los impuestos, las principales petroleras aplicaron un aumento del 4% en los precios de los combustibles. Este incremento se produjo en un contexto de caída abrupta en el consumo de naftas y gasoil, que registró una disminución del 13,7% interanual en abril. La reducción en la demanda posicionó las ventas de combustibles en el nivel más bajo en 34 meses.