La Justicia autorizó para que Carlos Eduardo Robledo Puch, conocido como «El ángel de la muerte», preso desde 1972, pase del régimen de máxima seguridad a uno más laxo. Está detenido desde hace 52 años, acusado de 11 homicidios.
La decisión fue tomada por la Sala I de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de San Isidro, que respondió a una solicitud de la defensa del condenado. Este fallo permitiría que Robledo Puch, de 72 años, se mude a un sector con mayor privacidad y sin guardias, en el marco del programa Casas por Cárceles.
En este sentido, el ángel de la muerte, podría pasar a un régimen de detención abierto en la Unidad N° 25 del Servicio Penitenciario Bonaerense. En La Plata se encuentra preso desde 2019.
La modalidad Casas por Cárceles, apunta a que el condenado desarrolle habilidades de autodisciplina para una posible reinserción social. De igual manera, su traslado está condicionado tanto a la disponibilidad de cupo en la unidad como a que Puch acepte el cambio.
Por otro lado, el Ministerio Público Fiscal se opuso firmemente al traslado de Puch, desde el ministerio argumentaron que el estado psicológico de Puch, que incluye aislamiento voluntario y un aparente miedo a convivir con otros presos, hace inviable su inclusión en un régimen abierto, en el que debería interactuar y trabajar junto a otros internos. Además, señalaron que el propio Puch ha rechazado asistencia psicológica para abordar sus problemas de salud mental.
Fue el juez Oscar Roberto Quintana el que respaldó su decisión citando una resolución previa de la Suprema Corte de Justicia de Buenos Aires, que sugirió una progresión hacia un sistema menos restrictivo en su caso.
El magistrado explicó que la Unidad N° 25 de Lisandro Olmos, destinada a internos de avanzada edad y cercana al hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero, es la única opción viable para garantizar el bienestar de Robledo Puch, dado su deteriorado estado de salud.
Además, también subrayó la importancia de la voluntad de Puch para que el cambio se efectúe. En este sentido, aseguró: «Robledo me manifestó su voluntad negativa a un eventual traslado o cambio de régimen, y se expresó en idénticos términos al ser entrevistado por el personal del Grupo de Admisión y Seguimiento de la Unidad N° 26 del SPB».
A lo que concluyo agregando: «Entiendo que su incorporación a dicho régimen deberá supeditarse a su consentimiento al efecto, correspondiendo encomendar al personal penitenciario de la Unidad en la que se encuentra alojado, como así también a su Sra. Defensora Oficial Dra. Patricia Colombo que, previo a recabarlo, le hagan saber los beneficios que importa la posibilidad de progresar hacia un régimen más laxo de ejecución, ello con miras de tornar eventualmente factible su regreso al medio libre».