Sube la luz, el gas, la cuota de los colegios privados, la comida. Pero, además, asistimos diariamente a pequeñas “avivadas” que te conviene repeler, con la ley en la mano. Aquí van algunas.

Por Quena Strauss

No es que una sea el protagonista de Un día de furia y quiera emprenderla a los tiros contra el mundo. No. No es tampoco que vaya por la vida cual Violencia Rivas, tratando de buscar pretextos para enojarse. No.

 Es sólo que a veces, en un país en el que-como en el nuestro- los derechos ciudadanos suelen ser más teóricos que prácticos, a menudo nos salta la térmica cuando comprobamos cómo, al cabo de 24 horas, hemos sido abusados, atropellados y vulnerados de mil pequeños modos. A veces se trata de avivadas económicas y otras, de manejos que no implican quitarnos dinero sino simplemente complicarnos la vida. Por eso consultamos con Sergio Mohadeb, abogado y responsable de www.derechoenzapatillas.org para saber cuáles son siete de esos  modos en los que cotidianamente nos pasan por arriba.

Según el especialista, esto se debe en parte a “una deficiente formación ciudadana en materia de derechos, porque salvo por alguna materia como Instrucción Civica en el colegio secundario o lo que uno eventualmente pueda aprender en la universidad, en ningún lado se enseña consistentemente cuáles son nuestros derechos y cómo hacerlos cumplir. Como resultado, los ciudadanos quedamos a la deriva, librados a nuestra suerte en caso de que esos derechos se vulneren. Y eso por no mencionar la absoluta mudez por parte de la mayoría de los organismos de defensa del consumidor, que en estos casos debería actuar de oficio y no sólo frente a una denuncia concreta”, explica. Fijate, si no:

¿Sólo efectivo?

Te habrá pasado: vas a un local de lo que fuere y, llegado el momento de pagar te aclaran que sólo se puede pagar con efectivo. Eso, explica el abogado, es ilegal porque existe una ley según la cual todos los negocios y servicios deben aceptar todos los medios de pago. En caso de que no sea así podes denunciarlos ante Defensa del Consumidor. “Pero también podes hacer algo mucho más práctico, como es dejar de comprarle al que no te deja pagar como gustes”, explica.

Avivada laboral

¿Cobrás después del cinco? ¿Cobrás “parte en blanco y parte en negro”? ¿Te pagan en especies? Todas esas cosas son avivadas hechas y derechas. “Cobrar parte del sueldo en negro o más allá del cuarto día hábil de cada mes es también ilegal. Lo que pasa es que con casi la mitad de la economía en negro, lo que no debería ser algo normal se naturaliza”, explica Mohadeb, quien también sugiere estar alertas y accionar legalmente al respecto.

Colas al rayo del sol, al frío o en la lluvia

¿Harta de que en la estación de servicio adonde funciona un cajero automático te hagan esperar afuera? Enterate: bajo la figura de “trato digno” la ley penaliza, desde 2012, tanto las colas de más de media hora o la espera a la intemperie, así que hacela valer. “Esto es algo que se hace mucho sobre todo en los boliches, como estrategia para atraer gente pero es también ilegal”, detalla el experto. “Además, por ley, la espera no puede ser de más de treinta minutos en caso de que se deba esperar de pie y de 90 minutos en caso de que haya asiento, baño y todo lo demas, algo que claramente tampoco se cumple”, explica el especialista.

Avivada bancaria

“Por la comunicación 5460 vos como cliente de un banco tenés derecho a hacer tus operaciones por caja y no por cajero, independientemente del monto de las mismas”, aclara el experto. Pero, en la práctica, lo usual es que si llegás hasta el mostrador por una operación menor a los $ 1000, te manden de regreso al cajero automático. La próxima vez, ponete firme y hacé cumplir la ley.

¿Garantía o estafa extendida?

Me pasó, y puede que te haya pasado a vos también: compré un lavarropas con garantía extendida (lo que hizo que la factura final por la compra prácticamente se duplicara) y, en el momento de hacerla valer, sorpresa: los de reparaciones me ofrecieron “resolver el problema para mañana mismo si usted paga $$$$”. Finalmente no se hicieron cargo de nada y aún retiene la computadora del lavarropas, que –dicho sea de paso- fue adquirido en una de las más importantes cadenas de electrodomésticos del país. Según Mohadeb, “lo que sucede en estos casos es que uno tiene que entender que la supuesta garantía es en realidad un seguro y que, como todos los seguros,  los hay buenos, malos y muy malos. ¿Mi consejo? No contraten garantías extendidas que en realidad no son tales y por las que, a la hora de los problemas, nadie se hace responsable”. Doy fe: cuando fui al lugar de ventas a contarles lo sucedido, sólo pude hablar con un vendedor que me dijo que la empresa aseguradora ya había tratado de extorsionar a otros compradores. Sí, sí. Todo lindísimo.

El niño no paga

¿Sabías que los menores de 12 años no tienen que pagar cubierto al comer en un restaurant? Sin embargo, en muchos sitios te lo cobran lo mismo. Ergo, tomate la costumbre de revisar qué es lo que te están cobrando y si ves que ese ítem figura por tres cuando fuiste a comer con tus dos hijos de cinco y ocho años, hacelo retirar porque no corresponde.

¿Necesitás el ticket?

La pregunta se repite en boca de los cajeros, así que llegó la hora de llamar a las cosas por su nombre y dejar de plantear como “necesidad” (vos no NECESITÁS realmente el ticket) lo que en realidad es un derecho. Cuando vos haces una compra tenés derecho a recibir el comprobante por esa operación. Sin embargo, las avivadas cunden y van desde una reconocida pizzería en pleno centro de Buenos Aires que ha montado un ingenioso mecanismo de “tickets usados” (es decir que el comprobante que te entregan es en realidad el de una operación anterior, por el mismo importe y con otra fecha) hasta el clásico “¿Necesitas el ticket?” que te hace creer que están haciéndote un favor al entregártelo. Pero hay mecanismos aún más sutiles, a saber: ayer, en una afamada cadena de pollo frito made in USA, la cajera reclamaba la entrega (no la simple exhibición) del ticket para entregar el pedido de comida. “El ticket no lo puede retener nadie”, comenta Mohadeb. “La idea es que llegado el caso uno lo exhiba pero no que lo entregue”. Como habras podido ver, entonces, unas módicas 24 horas de vida está saturadas de pequeñas avivadas –cuando no lisas y llanas estafas- que no tenés por qué seguir soportando. Moraleja: comenzá a poner el grito en el cielo, que la ley está de tu lado aunque muchos abusadores ni siquiera lo sepan.