El presidente de Chile sorprendió al asegurar que utiliza un teléfono celular sin conexión a Internet, luego de retar a sus ministros por mirar sus aparatos mientras ofrecía un discurso en el marco de la apertura del ‘Congreso Futuro’, una plataforma de divulgación de artes y ciencia.

En ese marco, Gabriel Boric aclaró que, si bien no está en contra de los avances tecnológicos y tampoco reniega de ellos, es necesario establecer algunos límites y que el nacimiento de su primer hijo lo hizo reflexionar al respecto.

En ese sentido, relató que “dentro de poco tiempo más voy a tener la suerte, la alegría, de ser padre y una de las decisiones que tomé es empezar una transición tecnológica”, explicó el líder de Chile frente a un auditorio en el que se encontraban funcionarios de su gobierno. Y agregó: «Me compré uno de estos (celulares), antiguos, sin internet«.

«Antes relacionaba a ‘Brain Damage‘ con una canción de Pink Floyd, ahora lo relaciono con el daño que podemos sufrir si no nos despegamos de nuestros celulares», continuó.

Asimismo, reflexionó que “no se trata de volver al pasado y negar la tecnología, sino “de buscar maneras de relacionarnos sanamente con nuestro entorno y utilizar la tecnología para mejorar nuestra calidad de vida”.

Con respecto a la decisión de utilizar un teléfono sin conectividad y, en consecuencia, sin redes sociales, el mandatario trasandino aseguró que ese cambio le permite “mantener una relación más consciente con el entorno y evitar las distracciones constantes que trae la hiperconectividad”.

Lejos de terminar lo que era una simpática anécdota ante los presentes, Boric reclamó que “es urgente que las democracias establezcan límites claros para el uso de la tecnología, involucrando perspectivas éticas y políticas diversas”, enfatizó.

“Queremos inspirar a futuras generaciones y fortalecer nuestras comunidades a través de la innovación”, indicó.

Por último, pidió a los asistentes que piensen y reflexionen cómo y cuanto transforma e incide la tecnología en la vida diaria de las personas y, al respecto, sostuvo que “es nuestro deber utilizar estos espacios para explorar un desarrollo más humano y sostenible, sin perder de vista nuestras raíces y valores”.