Además del gendarme argentino Nahuel Gallo, en Venezuela se encuentran detenidos cinco colombianos (tres civiles y dos militares), tres peruanos, dos españoles y un uruguayo: todos ingresaron desde Colombia.
“Yo me estoy muriendo como madre. Ya no aguanto más. ¿Dónde está mi hijo?”, suplicó la madre de Jhonattan Torres Duque, un venezolano detenido el 27 de octubre. Según el portal La Patilla, a todos “se les ha negado información sobre el motivo y el lugar de reclusión durante varios días, incluso hasta meses”.
En el caso de Gallo, el gobierno de Javier Milei negó la versión oficial y afirmó que el gendarme había ido a visitar a su pareja venezolana y a su hijo. Hace dos días la familia le pudo hacer llegar una carta a través de voceros kirchneristas.
Las sospechas de infiltración y los detenidos
Esas acusaciones cayeron sobre dos turistas españoles, José María Basoa Valdovinos y Andrés Martínez Adasme, principios de septiembre en el estado Amazonas. Luego de un mes se anunció que estaban arrestados por planear asesinar al presidente.
Otro caso es el del uruguayo Fabián Buglione, que en Nueva York y fue detenido el 19 de octubre en Venezuela, tras ir a visitar a su novia, según dijo la familia.
En el caso de los peruanos, uno de los tres detenidos fue identificado como Renzo Huamanchumo Castillo, apresado también en octubre y acusado de “conspiración”: su paradero se desconoce.
Según La Patilla, en la frontera además aumentaron los protocolos para los venezolanos que ingresan a Táchira desde Colombia. Los funcionarios solicitan a los ciudadanos la huella dactilar y le toman una foto y además le preguntan a dónde se dirigen.
El caso del gendarme argentino
Gallo fue detenido el 8 de diciembre tras ingresar desde Colombia. Desde entonces se desconoce dónde está recluido, al mismo tiempo las autoridades chavistas dijeron que está acusado de “conspiración”.
Según el ministro del Interior y Justicia, Diosdado Cabello, fue enviado por el gobierno de argentino para intentar sacar del país a los cinco opositores refugiados aún en la residencia del embajador argentino en Caracas.
