Con la declaración de la madre de Fabiola Yañez se cerró la primera parte de la investigación contra Alberto Fernández. Faltan cuatro testigos aportados por el expresidente.
Al mismo tiempo falta la pericia del teléfono de la exprimera dama, una prueba crucial para el expediente. El fiscal Ramiro González ya trabaja en el pedido de indagatoria de Alberto Fernández.
Sería acusado por los mismos delitos que figuran en el requerimiento inicial: lesiones leves, lesiones graves, y coacción agravada.
El comienzo
El primer delito se habría configurado con el golpe “involuntario” en la cama de la suite presidencial. Yañez dijo en su denuncia original que ese episodio ocurrió en julio de 2021, pero con los testigos se pudo saber que fue el 21 de junio.
La madre de Yañez confirmó que llegó a su casa con un moretón: “Ella fue a Misiones por un viaje oficial muy bien maquillada pero cuando llegó a la casa de la hermana, donde estábamos, y me mostró porque yo ya sabía del golpe porque me había comentado por teléfono, ahí si le vi el golpe. Cuando la vi en persona le pregunté qué pasó y le dije eso no fue sin intención”.
El médico presidencial también dio cuenta que los mismos protagonistas habían hablado en su momento de un golpe “involuntario” cuando se encontraron en Olivos.
“Les preguntamos qué había pasado: nos dice que había sido un golpe involuntario accidental en la cama. No recuerdo si lo dijo él o ella que había sido un golpe sin querer en el dormitorio en la intimidad”, contó Saavedra.
Para el fiscal no se trató de un golpe involuntario, en línea con lo que declaró la esteticista Florencia Aguirre. “Le pregunté qué le pasó y me dijo que fue Alberto sin querer. La verdad que la miré y no le creí”, señaló Aguirre.
En su requerimiento inicial, el fiscal habló de lesiones leves y graves, doblemente agravadas y amenazas coactivas. Aunque faltan testigos y una pericia clave, en la Fiscalía de Ramiro González ya comenzaron a trabajar sobre el llamado a indagatoria.