La obtención de la ciudadanía italiana es un desafío para muchos descendientes de italianos debido a la estricta documentación requerida. Sin embargo, un reciente fallo judicial en Italia podría cambiar el destino de miles de personas que buscan obtener el documento. La Corte de Casación de Italia definió flexibilizar los requisitos para demostrar la filiación necesaria, permitiendo el uso de una variedad de documentos y testimonios.

La sentencia 14.194 emitida por la Corte de Casación abre nuevas puertas para aquellos que buscan obtener la ciudadanía italiana por derecho de sangre (ius sanguinis). Anteriormente, el proceso exigía la presentación exclusiva de actas de nacimiento de los antepasados italianos. Ahora, documentos como certificados de bautismo, actas de matrimonio y otros testimonios también se considerarán válidos para probar la ascendencia italiana. Este cambio representa un alivio significativo para muchos, ya que la obtención de actas de nacimiento de ancestros puede ser una tarea ardua y, a veces, imposible.

El caso que hizo la diferencia

La inspiración para este cambio proviene de un caso en Brasil. Un descendiente de un inmigrante italiano del siglo XIX enfrentó la negativa de un funcionario del registro civil en Italia, quien insistía en la presentación del acta de nacimiento italiana del antepasado. A pesar de contar con otros documentos, su solicitud fue rechazada. Persistente, el hombre apeló ante el Tribunal de Venecia y luego ante el Tribunal de Apelación de Venecia, pero ambos mantuvieron la decisión del funcionario.

Finalmente, el caso llegó al Tribunal de Casación, que revisó la normativa y los principios de prueba de filiación en la ley italiana. El tribunal determinó que, aunque el acta de nacimiento es importante, no es el único medio válido para probar la filiación. Esta decisión marca un precedente crucial, permitiendo un sistema de prueba más flexible y accesible.

Ahora, el fallo amplía las posibilidades para miles de descendientes de italianos que enfrentan dificultades para obtener las actas de nacimiento de sus ancestros. Los interesados podrán presentar otros documentos válidos que demuestren su filiación, facilitando así el proceso de obtención de la ciudadanía italiana. La decisión de la Corte de Casación no solo simplifica el proceso burocrático, sino que también reafirma la conexión vital entre los descendientes de italianos y su herencia cultural y nacional.