Sergio Orlando Leiva, más conocido como “El Negro Sombra” y por ser uno de los secuestradores más peligrosos de la Argentina, fue asesinado a balazos este lunes por la tarde en un asentamiento de la localidad de El Talar, en el partido bonaerense de Tigre.
El secuestrador serial estaba en libertad condicional desde 2019, cuando cumplió dos tercios de una condena a 34 años de cárcel por secuestros extorsivos conocidos como es el caso de los padres del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez y del exfutbolista Leonardo Astrada. También había sido condenado por homicidios.
Leiva fue baleado en Pasaje San Pablo y Marcos Sastre, en las cercanías de un asentamiento ubicado en la localidad de Talar de Pacheco. Fue trasladado a un hospital local, donde murió unas horas después a causa de las heridas recibidas.
La hipótesis que manejan los investigadores apuntan a una pelea entre Leiva y otros dos hombres, en el marco de un presunto ajuste de cuentas que podría estar relacionado con venta de drogas, según señaló el sitio SM Noticias.
Los antecedentes
En el año 2003 pasó a la fama al mantener secuestrado a Rubén Astrada, padre del exfutbolista y entrenador Leonardo Astrada, durante 27 días. En un principio, exigió 800 mil dólares por su liberación y aunque luego acordó recibir la mitad de esa cifra, Astrada fue liberado sin ningún tipo de pago.
Unos meses después, en enero de 2004, fue detenido en Tigre durante la investigación por el secuestro del padre del empresario Jorge “Corcho” Rodríguez. Ernesto Rodríguez estuvo cautivo durante 43 días, hasta que fue rescatado por la Policía en febrero de aquel año.
Al año siguiente recibió una de las condenas más impactantes por otro de los delitos que había cometido: la Justicia le dio una pena de 21 años de prisión por los crímenes de Mariano Menéndez y Guillermo Lindon, ambos cometidos durante el 2002.
La suma de las condenas recibidas por Sergio Orlando Leiva acumulaban 101 años de prisión, pero en 2016, el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín hizo un nuevo cómputo por sus 8 condenas: 34 años de pena. Como a mediados de 2019 había cumplido más de dos tercios de su castigo, recibió el beneficio de la prisión domiciliaria.
