El fiscal Stornelli ya cuenta con la colaboración silenciosa de su par Rívolo. Los jueces esperan que Bonadio levante el secreto para cruzar datos en causas como Odebrecht y los enriquecimientos de De Vido y Oyarbide. La citación a CFK y los movimientos de la Cámara. Carretillas y primos.

Van y vienen con carretillas cargadas de expedientes entre el cuarto y quinto piso de Comodoro Py 2002. Los secretarios del fiscal Carlos Stornelli que llevan adelante por estos días la causa de Los Cuadernos de la Corrupción dicen que llegan 7.25 y se van pasadas las 20. Se dividieron para escuchar las cuatro declaraciones indagatorias diarias y a veces simultáneas en el juzgado de Claudio Bonadio. También para recibir a los nuevos aspirantes a arrepentidos de cada día; un listado que se engrosa y que ya sumó, entre otros, desde el primo presidencial Ángelo Calcaterra hasta el otrora poderoso ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Carlos Wagner. Hasta el ex juez Norberto Oyarbide, show aparte, intenta entrar.

Pasillo por medio de la fiscalía de Stornelli, su colega Carlos Rívolo asesora en los vericuetos de la ley del Arrepentido, en una tarea auxiliar en la que se autoimpuso un silencio férreo, respetuoso del protagonismo de su colega.

Dos pisos que concentran la causa convertida en un cóctel explosivo e impensado de delaciones y traiciones, al compás de confesiones de empresarios horrorizados por la posibilidad de quedar presos, de la posible reapertura por cosa juzgada írrita de la causa por enriquecimiento ilícito contra la ex presidenta Cristina Kirchner y el fallecido Néstor Kirchner por los dichos del jubilado Oyarbide, ya pedido por la UIF.

Desde la próxima semana, entrarán a jugar en la batalla judicial mediática otros dos referentes judiciales: los camaristas Leopoldo Bruglia y Martín Irurzun. En el segundo piso del edificio, sede de la Cámara Federal, ya están precalentando. Allí también tiene sus oficinas el fiscal ante esa instancia, Germán Moldes.

Pasillo por medio de la fiscalía de Stornelli, su colega Carlos Rívolo asesora en los vericuetos de la ley del Arrepentido

El lunes la ex presidenta y actual senadora nacional Fernández de Kirchner será indagada, acusada de comandar la asociación ilícita recaudadora de coimas, según los cuadernos de Centeno. Llegará a Py precedida por algo impensado hace pocas semanas: los dichos del juez que cerró en tiempo récord la causa en su contra por enriquecimiento ilícito y ahora dijo que lo hizo bajo presión. Y, también, la confesión de uno de sus ex jefes de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina: en su indagatoria admitió la recolección de dinero negro de empresarios para campañas electorales K, una tesitura similar a la de los empresarios, que podrá caer a fuerza de pruebas.

Ese mismo día y dos pisos más abajo, el camarista Bruglia escuchará los argumentos de la defensa de Oscar Parrilli, uno de los acusados no detenido, que pide apartar a Bonadio del caso. Tras esa audiencia, deberá decidir si lo confirma o no. Este camarista y su colega Irurzun, de la sala II del Tribunal de Apelaciones, tienen ya en sus manos una catarata de pedidos de excarcelación de los empresarios y ex funcionarios detenidos: entre ellos Roberto Baratta, el ex jefe del chofer y autor de los cuadernos Oscar Centeno.

Abal Medina admitió la recolección de dinero negro de empresarios para campañas electorales K, una tesitura similar a la de los empresarios, que podrá caer a fuerza de prueba

La Cámara dio plazo hasta el jueves a los abogados para presentar escritos o avisar si quieren audiencia oral y luego quedará en condiciones de decidir si ordena o no liberaciones.

¿Por qué sólo Bruglia e Irurzun? Porque el colega del primero en la sala I, Mariano Llorens, se excusó y no intervendrá debido a que uno de los presos es su primo: Rafael Llorens, ex secretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación. Los demás puestos en el Tribunal de Apelaciones clave siguen, al menos por ahora, vacantes.

Mariano Llorens se excusó. Uno de los presos es su primo: Rafael, ex secretario de Coordinación y Control del Ministerio de Planificación

En otras fiscalías de Py ya tienen la mira puesta en el próximo final del secreto de sumario de la causa. La estrella de la semana última, Oyarbide podrá o no convertirse en arrepentido pero ya de por sí quedó complicada su situación en otra pesquisa en su contra, la de enriquecimiento ilícito.

El fiscal federal Jorge Di Lello da los últimos toques a un requerimiento de justificación de bienes que se le hará para que explique el origen de los bienes de su ex pareja Claudio Blanco y de un empresario allegado, Ariel Roperti. Ambos están sospechados de haber sido sus testaferros. Los cuadernos refuerzan los indicios en su contra, sostienen los investigadores.

También quienes están a cargo de las investigaciones por Odebrecht pidieron copia de los cuadernos y, acuerdo fiscal binacional mediante, esperan la llegada de información oficial sobre el Lava Jato brasileño. Cuando esto suceda se cruzarán datos que podrían complicar la situación de empresarios que hasta ahora dijeron haber puesto dinero negro para las campañas electorales. «Habrá que ver si las fechas de esos pagos ilegales coinciden o no con las licitaciones de obras investigadas, como el soterramiento del Sarmiento», apuntó a #BORDER uno de esos fiscales.

Además se recordó que un arrepentido brasileño nombró a uno de los empresarios ahora devenido en imputado colaborador al referirse a los contactos argentinos con los que se pautaban los pagos.

El próximo 15 de agosto el primo del presidente Mauricio Macri e imputado colaborador del caso, Ángelo Calcaterra, pisará otra vez los tribunales para ser indagado en esa investigación por el juez Marcelo Martínez de Giorgi. El 28 será el turno de Javier Sánchez Caballero. ex CEO de la empresa IECSA que cayó preso en su casa de Nordelta y quedó libre, también convertido en arrepentido.

También quienes están a cargo de las investigaciones por Odebrecht pidieron copia de los cuadernos 

Otro frente de tormenta abierto a raíz de los cuadernos de Centeno salpica al ex ministro de Planificación Julio De Vido. Preso en Ezeiza y acusado por Bonadio de ser, junto a los ex presidentes Kirchner, el ideólogo de la asociación ilícita, su situación podría complicarse en otras causas.

Por ejemplo, los investigadores evalúan pedir los cuadernos para analizarlos en la pesquisa por supuesto enriquecimiento ilícito, en la que también están imputados su esposa y tres de sus hijos. De hecho, uno de ellos, Facundo, aparece mencionado en los escritos del chofer de Baratta.

A mediados de junio pasado, la fiscal del caso Alejandra Mangano le pidió al juez Luis Rodríguez que procese a la ex empleada de los De Vido, Nélida Caballero, por lavado de activos. La mujer fue indagada a principios de junio y sigue sin definirse su situación.

Al reclamar que se la procese y pedir más medidas de prueba, la fiscal aludió a indicios «serios» sobre el origen del dinero injustificable de la cocinera: hechos de corrupción vinculados a la actividad de sus entonces jefes De Vido y Alessandra Minnicelli. Los investigadores creen que en los cuadernos de Centeno hay indicios también para apuntalar esta acusación.

Facundo De Vido, imputado en la causa de enriquecimiento sde su padre, aparece mencionado en los escritos del chofer de Baratta.

En Tribunales muchos recordaron por estos días otra causa que complica a De Vido vinculada a la empresa Isolux, una de las protagonistas de los cuadernos de Centeno. Se trata de presuntas irregularidades en la licitación, adjudicación, ejecución y financiamiento de la Obra Central Termoeléctrica a Carbón Río Turbio. Bonadio sobreseyó dos veces a De Vido en esta pesquisa por la obra adjudicada a Isolux Corsan y la Cámara -en la última ocasión con votos de Irurzun y Bruglia– revocó su decisión y le ordenó profundizar la investigación.