Aunque la Federación de Camioneros amenazó con desabastecer a provincias que incurran en “un manoseo ilegal” hacia los trasportistas, se siguen produciendo hechos insólitos en medio de la paranoia general por la pandemia: las autoridades distritales los obligan a permanecer hasta 10 horas arriba del rodado y en Jujuy incluso a pagar $1500 para solventar el costo del test del covid 19 al al que los obligan a someterse para poder ingresar a descargar mercadería en ese territorio. Los retenes en los ingresos a las provincias vienen generando incidentes desde hace meses. Pero ahora asoma la polémica por los testeos obligatorios para los camioneros.
A propósito de la imposibilidad de los trabajadores de higienizarse en las estaciones de servicio o el impedemiento de pasar por una ruta provincial, el último 22 de mayo el secretario adjunto de la Federación Nacional de Camioneros, Pablo Moyano, instó a las autoridades de las provincias y municipios que “dejen de forrear” a los trabajadores, ya que éstos son revisados al ingresar con el camión de carga y los demoran prohibiéndoles bañarse, asearse y comer.
“Los compañeros tienen familia y un día se van a cansar del forreo y puede haber desabastecimiento”, advirtió Moyano y puso como ejemplo distritos en los que los choferes deben aguardar más de 10 horas para ser revisados, sin poder bajarse de la unidad para ir al baño o a comer. En la frontera de las provincias Salta y Jujuy, en San Juan y en la ciudad de Azul, son algunos de los ejemplos en donde las autoridades realizan «un abuso de autoridad«. Tras las duras advertencias, algunos mandatarios se hicieron eco y expusieron cierta empatía. Pero casi nada mejoró.
Uno de los últimos damnificados fue Juan Jose Morales (41), que desde hace 4 años recorre las rutas argentinas transportando de materiales para la construcción. Pero el lunes 25 de mayo tuvo que hacer frente a un testeo compulsivo de coronavirus y a la obligación de pagar la $1500 en el momento. Pese a los anuncios previos del gobernador Gerardo Morales, no hubo contemplación hacia estas restricciones.
En diálogo con #BORDER, el camionero Morales contó que todo ocurrió con el retén de Gendarmería sobre ruta 34, en el límite interprovincial de la provincia norteña. “Era donde te toman la temperatura, hasta la semana pasada tardabas 10 horas para entrar. Pero el lunes a las 20 cuando llegó me encuentro a 3 agentes y oficiales de Infantería de la Policía jujeña, vestidos con mamelucos tipo NASA, que me hacen llenar una ficha y de ahí me mandan a otra carpa, donde había amontonamiento, para hacer el test de Covid 19. Si no lo hacía no me dejaban ingresar para descargar”, explicó.
Según relató, para hacerse el chequeo compulsivo se formaban filas de hasta 20 camioneros desoyendo las recomendaciones de aislamiento social. Y el mismo test tiene una vigencia de 10 días, casi lo mismo que un viaje ida y vuelta entre Buenos Aires y Juuy, por lo que muchos tuvieron que volver a pagar $1500 en caso de repetir la carga. “Pero muchos no tenían esa plata y tuvieron que pegarse la vuelta. Otros tuvieron que esperar que les transfiera dinero la empresa”, abundó Morales.
En el gremio conducido por Hugo Moyano explicaron que ese costo corresponde a la empresa transportadora pero nada dijeron sobre la realización de los test compulsivos. “Pero es problema de empresa no del chofer. Es un papel de tránsito, es como el peaje que paga la empresa. Y estas cosas pasan no solo en Jujuy sino en Chaco, San Luis, lo que hacen también es que en el peaje te cobran para desinfectar el camión y eso también lo tiene que pagar la empresa”, expresó un vocero del sindicato consultado.
Los trabajadores también deben soportar comentarios insidiosos que los hacen sentir “bichos infecciosos”, durante los controles según describió el camionero oriundo del partido bonaerense de Bragado. “En mi caso, la empresa me dijo que lo va a reponer y justo yo tenía plata encima. Pero hay camioneros que andan con el dinero justo y no han podido cruzar a Jujuy”. Y recordó que en San Luis “no permiten que de quedes en la ciudad, casi que ni te permiten bajar el camión pero uno debe cuidar la lona que recubre la carga para que no la rompan: vale $25 mil y en caso de daño, nos hacen responsables”.
Pese a las advertencias de Pablo Moyano, las restricciones siguen fuertes en las rutas y puestos de inspección. Así, las quejas se suman. Un asesor del gremio dijo acerca de los testeos compulsivo en territorio jujeño que “hubo respuesta de Morales y dijo que iba a ocuparse”. Pero las denuncias continúan.
Lo cierto es que el gremio conducido por Hugo Moyano intenta contentar a las bases. En enero pasado, en plena puja con el nuevo gobierno por la designación de nuevas autoridades en el ministerio de Transporte, el ministerio de Trabajo inscribió a un sindicato de camioneros de la provincia de Santa Fe, cuyo líder es opositor a Hugo Moyano: se trata de Sergio Aladio, un dirigente que adoptó una postura disidente a la conducción nacional y es hoy titular del el sindicato de Camioneros de la provincia de Santa Fe. Claro, la llegada de la emergencia por la pandemia aquietó las tensiones y por eso el presidente Alberto Fernández concuriró a la reinaguración del sanatroio Antártida, en Cabllaito, perteneciente a la obra social sindical, en una recordada jornada donde tuvo palabras más que elogiosas hacia Moyano.
