A Serena de 15 años, la mató el ex novio de 49 puñaladas. A Claudia la mató su ex marido en la casa del country. A Teresa, de 65, la asesinó el novio de su amiga de dos puntazos en el pecho. El cuerpo de Araceli, de 19 años, fue encontrado en un descampado al costado de la Avenida General Paz; un hombre la estranguló y la ató con alambres. Ángeles fue ahorcada y su asesino tiró el cuerpo a un tacho de basura del Ceamse. A Melina, de 17 años, la mataron y la tiraron a un arroyo, encontraron su cuerpo flotando entre basura. A la activista Diana Sacayán la apuñalaron en su departamento. Estos son apenas algunos casos: el año pasado, 277 mujeres fueron víctimas de femicidio en nuestro país y en lo que va del 2015 ya suman 233: una muerta cada 30 horas.
En este mismo momento, miles de mujeres son maltratadas, humilladas y violadas por hombres que se creen con derecho sobre sus cuerpos. Jóvenes, adolescentes, adultas, ancianas, de clase baja, media y alta: la violencia de género no discrimina. Una de cada tres mujeres es -o fue alguna vez- víctima de violencia psicológica, sexual o física. Más de 600 millones de mujeres y niñas viven en lugares donde la violencia doméstica aún no es considerada un delito, 140 millones son sometidas a la mutilación del clítoris y cada 20 minutos una nena menor de edad es obligada a casarse. En el mundo, cada año, hay más de 66 mil víctimas de femicidio.
Ser mujer es nacer condenada a la violencia del patriarcado. La falta de protección institucional, el maltrato naturalizado y el silencio cómplice de gran parte de la sociedad, hacen que luchar contra la violencia de género sea un desafío complejo que requiere el esfuerzo colectivo. Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, dice «si todas y todos trabajamos juntos, los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, el sistema de las Naciones Unidas, las empresas, las escuelas y las personas que se movilizan a través de los nuevos movimientos solidarios, seremos capaces de lograr un mundo más igualitario —un planeta 50-50— en el que las mujeres y las niñas podrán vivir en paz».
Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la violencia contra la Mujer y el tema elegido para hacer hincapié es la prevención. Durante los próximos 16 días se llevará adelante la campaña ÚNETE con el objetivo de generar conciencia y prevenir la violencia de género en el mundo. La campaña invita a que se organicen actos, eventos y convocatorias que tengan como protagonista al color naranja, que fue el designado para representar la lucha por la igualdad de género y la prevención de la violencia machista. Además, en la sede de la ONU de Nueva York se debatirá el primer Marco de las Naciones Unidas para desarrollar políticas concretas a nivel global.
En Argentina se realizará la segunda marcha de #NiUnaMenos. La convocatoria es a las 17hs frente al Congreso de la Nación y se replicará en distintos puntos del país. La fecha se propuso en el Encuentro Nacional de Mujeres que se hizo el mes pasado en Mar del Plata y fue apoyada por más de 60.000 mujeres. Luego de la multitudinaria concentración del 3 de junio, donde se manifestaron más de 200 mil personas, se lograron algunas cosas importantes: no sólo comenzó a hablarse de la violencia de género en los grandes medios de comunicación y a visibilizar muchísimos casos, sino que también se logró que la Procuración General de la Nación creara la UFEM, la primera Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres, y que, entre julio y noviembre, la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema relevara los femicidios que hubo en 2014 en todo el país.
Hoy mismo la Corte Suprema va a presentar el Primer Registro Nacional de Femicidios, lo que implica un gran paso. Sin embargo, aún queda mucho por hacer. Y para eso debemos conquistar las calles y seguir diciendo NiUnaMenos. Para que no haya más hombres que se atrevan a tocarnos el culo en un colectivo, para que dejen de decirnos “piropos” ofensivos, para que se terminen las violaciones, los abusos y los golpes. Para que nadie más se atreva a justificar los maltratos ni a transformar en culpable a la víctima por usar pollera corta o salir de noche. Para que nos dejen de matar por haber nacido mujeres y por querer ser libres.
Para saber más: http://www.unwomen.org/es/news/in-focus/end-violence-against-women
