Díganme paranoica: es el Zika una epidemia provocada por laboratorios?

Por: Leila Sucari @LeilaSucari

Gripe A, Ébola y ahora Zika. Los virus se multiplican a velocidades récord y avanzan contra todo tipo de fronteras. Cada tanto sale a la luz un nuevo brote que amenaza con infectarnos. Hay quienes sospechan de los laboratorios y acusan a los medios de crear «cortinas de humo», mientras otros aseguran que las epidemias son capaces de liquidar a gran parte de la población. ¿Paranoia o realidad?

Por Leila Sucari @LeilaSucari

Una pareja se encierra en su departamento. Traban las puertas, tapan las ventanas y esperan. Ella está embarazada y no sale nunca, él sólo cruza la frontera de sus 50 metros cuadrados para buscar provisiones, con una máscara y un traje de astronauta. Están en cuarentera, aterrados: una pandemia acecha en el mundo exterior. Por eso la gente se aisla en sus casas, mira de reojo a los vecinos y todos tienen miedo de contagiarse. Aunque no hay mucha información sobre el virus, y algunos hablan acerca de teorías conspirativas, la paranoia ganó las calles. La escena es de una película argentina llamada Fase 7, pero podría ser de la vida real: en los últimos años la OMS declaró emergencia sanitaria global por la Gripe A (2009), la Polio (2013), el Ébola (2014) y ahora llegó el turno del Zika.

En el siglo pasado las epidemias se propagaban lento y casi nunca eran capaces de atravesar océanos: los barcos tardaban meses en llegar y enfermos morían en el camino. Pero en plena globalización, donde el movimiento es constante y los aviones cruzan continentes en pocas horas, los virus se vuelven más peligrosos y son capaces de amenzar a la población del mundo entero. La Emergencia sanitaria de la OMS se lanzó con el objetivo de implementar medidas a nivel global y, al mismo tiempo que los medios se llenaron de noticias y alertas, creció el temor. Jesús González Núñez, presidente del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social, dice: “El problema fundamental es la sorpresa y ante ella las personas no saben qué hacer. Como la situación se prolonga y la gente duda de la información que recibe, pues cree que está distorsionada o tiene otros fines, se ven reacciones de angustia, hay miedo a contagiarse y a morir. La gente está ansiosa por ese temor, sufre de fobia y se aísla”.

El virus Zika es causado por la picadura de un mosquito y, hace unas pocas horas, se confirmó que también puede contagiarse por transmición sexual. Según la Organización Panamericana de la Salud, ya hay 21 países que reportaron casos del virus y la OPS dice que la propagación es rápida y que llegará a todos los países de América Latina. Brasil es el más afectado: La presidenta Rousseff declaró que el virus afectará a 1,5 millones de personas y hay casi 5 mil casos de bebés con microcefalia, una malformación que está asociada al zika. En nuestro país ya hay tres casos confirmados de personas que se contagiaron viajando al exterior.

Existen organizaciones, como la ONG Amigos de la Tierra y otros activistas ambientales, que denuncian a los medios y a la OMS de estar ocultando información: plantean la posibilidad de que el zika sea resultado de un experimento realizado por la empresa de biotecnología Oxitec que en 2011 y 2012 lanzó mosquitos modificados genéticamente para frenar el avance del dengue. Lim Li Ching de la ONG Third World Network dijo: “La gente est´pa siendo engañada sobre los riesgos que generan los mosquitos genéticamente modificados en el medioambiente y en la salud humana”. Y el doctor Joseph Mercola, de la Universidad de Illinois, señaló: “Existe la posibilidad de que los genes modificados del mosquito entren en contacto con el genoma humano, alterándolo, insertando mutaciones u otro tipo de daños impredecibles en el ADN”. Hoy, como solución al virus del Zika, también se plantea atacar con mosquitos transgénicos. “Están usando a la población pobre de Sudamérica, en especial la región del noreste brasilero, para hacer experimentos con insectos transgénicos, sin saber qué efectos tendrá en la salud humana y sin consultar a las poblaciones”, dijo  Lucía Ortiz, integrantes de la ONG Amigos de la Tierra. ¿Acaso se trata de un negocio de los laboratorios? No se puede afirmar, pero tampoco negar.

A pesar de las alertas, la enfermedad no causó ninguna muerte, la tasa de hospitalización es baja y la mayoría de las personas se recupera haciendo reposo unos días y bajando la fiebre con paracetamol. “El mensaje es tener calma y evitar que las embarazadas viajen a los países en donde se han reportado casos», dice el doctor José Manuel Manríquez, académico del programa de Epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile. Sirve la fumigación, el uso de mosquitero y de repelente. Una vez adquirido el virus sólo se necesita observación, ya que no hay tratamiento específico. La media de la incubación se estima que es entre 5 a 7 días, siendo 13 días el plazo máximo. Los síntomas del virus Zika son parecidos a los del dengue simple y el sarampión, ya que presenta fiebre, dolor muscular, manchas rojas en la piel que comienzan en la cabeza y se pueden extender al resto del cuerpo. Hay que estar alerta pero no tener miedo”.

La posibilidad de un virus que extermine a la especie humana es, no sólo uno de los argumentos más famosos de las películas y series de ciencia ficción (lo pueden ver en esta nota), sino una de las principales causas del terror colectivo. Como explica González Núñez, “La ciudadanía tiene miedo de que algo pueda pasarles, sobre todo a los niños y adolescentes, y se generan repercusiones corporales producidas por las enfermedades psicosomáticas. La difusión en los medios, aunque sirve para alertar e informar, también provoca un constante temor y estrés. El Estado debe hacer entender a la población que hay probabilidades reales de contagio, pero al mismo tiempo se trata de una enfermedad que de detectarse a tiempo es curable”.

El problema es que los grandes medios de comunicación no sólo concientizan, sino que generan un clima de obsesión y paranoia: “Cuidado con tus vecinos. El mosquito siempre es de tu manzana. Que el de al lado no deje una tapita de agua sucia en el balcón”. Si, en vez de cuidarnos entre todos y armar una red de prevención, dejamos que el temor se transforme en desconfianza hacia los otros, lo único que logramos es un absurdo aislamiento, mientras los mosquitos siguen viviendo la vida loca.

Para saber más

http://www.who.int/mediacentre/factsheets/zika/es/

http://www.who.int/features/qa/zika/es/

http://www.foe.org/news/news-releases/2012-01-genetically-modified-mosquitoes-survival-rate

http://blogs.eltiempo.com/abracadabra/2016/02/01/la-conspiracion-detras-del-virus-zika/

http://revistapesquisa.fapesp.br/es/2011/02/01/una-solucion-genetica/

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