Un 30% responsabiliza en exclusiva al DT y el 22% restante lo suma a un colectivo que incluye jugadores, dirigentes y hasta el Gobierno. A la AFA la culpa un 23% de la gente y el 87% cree que es una entidad corrupta. A Messi lo apunta un 8%.
Casi en paralelo a que Jorge Sampaoli daba una conferencia de prensa y mostraba su optimismo al declamar estar “convencido de que mañana (por el martes) se escribirá una nueva historia”, previendo un resultado auspicioso, en el país, los argentinos contestaban sus teléfonos y lo tildaban como el mayor responsable de la crisis que enfrenta la Selección nacional.
Así se desprende de una encuesta a la que accedió #BORDER y cuyo resultados lo ubican como el elegido a la hora de echar culpas ante el mal momento futbolístico del equipo en el Mundial, por el 30 por ciento de los encuestados, una cifra que crece al 52% cuando se lo incluye en una respuesta colectiva junto a dirigentes, jugadores, la AFA y hasta el Gobierno.
Detrás del DT, las miradas críticas se posan en la entidad dirigente del fútbol argentino, comandada hoy por el Chiqui Tapia y con un historia reciente de desavenencias, errores y escándalos, antes y después de la muerte de Julio Grondona y de su fatídico y fraudulento empate electoral.
La entidad se lleva la responsabilidad absoluta del 22 por ciento de los encuestados. La imagen de la dirigencia ante la sociedad es lapidaria: el 87 por ciento de los entrevistados creen que la AFA es corrupta y apenas un 5% cree que en la cúpula política del fútbol no hay corrupción.
Recién en tercer lugar figuran los jugadores, con un 11 por ciento. Aunque uno en particular se lleva la gran tajada del peso y es Lionel Messi, con el 8 por ciento de los veredictos totales, que asciende al 51% cuando las responsabilidades son colectivas. A la indiscutible figura del astro se le achaca desde su mal partido ante Croacia hasta la eterna pretensión de que se convierta en un líder que traccione heroico al equipo en las malas.
La gestualidad de Messi en la cancha, -cabizbajo, contrariado consideran algunos-, influyó en cierta pérdida de confianza ante el mismo Messi que con sus goles logró la clasificación. Lo anímico, lo simbólico y el ruido de realidades externas a la cancha -desde las amenazas recibidas por ISIS, a una supuesta crisis familiar y desde su rol (o el de su padre) en las decisiones de la lista de jugadores hasta sus problemas con el fisco español- lo han transformado en una imagen de la frustración.
El humor argentino en estos días depende en gran parte del rodar de la pelota. No es sorprendente que haya un 4 por ciento de los encuestados que pongan la mira de las responsabilidades en Mauricio Macri y su gestión.
En el Gobierno lo saben y por eso mandaron, por su parte, a medir el impacto con una serie de encuestas. La imagen de la gestión de Macri había sufrido una caída con la corrida bancaria, pero según cuentan en despachos oficiales, las últimas mediciones de humor social no reflejaron un deterioro adicional en la gestión de Cambiemos -y la visión del país en general-, tras el resultado del partido entre Argentina y Croacia. Aunque, claro, es incalculable lo que puede llegar a pasar después del partido con Nigeria.
En despachos oficiales ávidos de los números que proveen Jaime Durán Barba y sus asociados consideran que un descalabro de la Selección tendría un impacto en el malhumor general más transversal que el paro general de la CGT de este lunes, que polariza los enojos.
La encuesta a la que accedió #BORDER es de Move Group, la consultora liderada por Tomás Vidal que tiene vínculos estrechos con Durán Barba y trabajó para la campaña de María Eugenia Vidal -con la que no tiene parentesco, a pesar de la coincidencia de apellidos- y que aún cuenta como cliente a la gestión de la gobernadora de Buenos Aires y de otros ámbitos de poder PRO. Estudió un universo de 800 casos en todo el país, con el sistema IVR, llamados automatizados con respuestas de voz interactivas.
El estudio incluyó un curioso ítem más, tal vez un tanteo adelantado ante una eliminación abrupta y presagiando un futuro de escaladas en los reproches. Ante la imagen deterioradísima de la AFA, la consultora preguntó si el Gobierno debería intervenir la AFA, una medida extrema que de realizarse podría traer incluso problemas legales y hasta una desafiliación de la FIFA. A pesar del escenario, sólo un tercio de los encuestados dijo que sí.