La reciente muerte de Antonio Gasalla a los 84 años impacta profundamente al mundo del entretenimiento. Nazareno Mottola, uno de los humoristas destacados de la escena, compartió su reflexión sobre el legado del querido actor. Durante una aparición en el programa Lape Club Social, Mottola fue consultado sobre su relación con Gasalla, quien fue una figura clave en sus inicios en el teatro.
En una comunicación telefónica, Mottola expresó su pesar por la pérdida, señalando: “Lamentable, es duro, sobre todo para alguien que me ha tratado cómo él me trató”. Su conexión con Gasalla se forja sobre las tablas de la obra “Más respeto que soy tu madre”, donde colaboraron durante varios años. Mottola destacó lo valioso que fue ese período para su carrera, subrayando la buena experiencia que vivió junto al actor.
Sin embargo, Mottola también fue honesto al reconocer que la figura de Gasalla no está exenta de controversias. “Yo sé que mucha gente piensa distinto”, reflexiona, haciendo alusión a los comentarios que algunas personas hacen sobre el artista a lo largo de su trayectoria. Su homenaje enfatizó tanto la admiración que siente hacia Gasalla como las complejidades que rodean al mundo del espectáculo.
Argentina lo despide
A su vez, Georgina Barbarossa, en su programa A la Barbarossa (Telefe) se enteró en vivo del fallecimiento y elaboró una sentida despedida. “Fue una persona icónica en la historia de la cultura argentina. No fue solo un cómico, sino que un gran artista”.
“Antonio fue un observador de la realidad. Todos sus personajes eran críticas a la sociedad. Fue un gran maestro. Tenía un carácter espantoso, nos peleábamos siempre, pero lo quería y respetaba”.
Tras este descargo, Georgina se comunicó telefónicamente con Campi, quien mantuvo una amistad con Gasalla y actualmente revive a Mamá Cora en el teatro.
“Es un baldazo de agua fría. A pesar de que Antonio no estaba bien, nadie esperaba esta noticia. La última vez que estuve con él fue en la época del Mundial y lo vi mal, pero tenía momentos buenos. Después estaba muy perdido”, explicó Campi, compungido.
Y agregó: “Yo notaba que se empezaba a perder de a poco: me invitaba a la casa y ni se acordaba que me había invitado, me llamaba para el Día del amigo en cualquier fecha. Después vino el proyecto de la carroza y me hubiese gustado que meta mano en eso”.