El alcohol, una droga lícita a la que pocos prestan atención

Por: María Julia Oliván @mjolivan

Molina, jefe de la Sedronar, asegura que en 2015 se va a hablar de la “no criminalización” del consumo de estupefacientes, en el marco del nuevo Código Penal. Y advierte que la ingesta de alcohol es igual de grave que la de las drogas duras.

El sacerdote Juan Carlos Molina, titular de la Sedronar, reflexionó hoy sobre el flagelo del consumo de drogas, alcohol en los jóvenes y condenó el circo de frialdad con el que se analiza ese flagelo en la sociedad argentina. La cobertura mediática sobre el problema estructural de las drogas viene dejando mucho qué desear, es cierto. Los medios de comunicación muchas veces criminalizan al consumidor sin poner el prisma sobre el crimen organizado.

Los jóvenes muchas veces quedan prisioneros de las condiciones socio-económicas en las que crecen. Y si bien las drogas no son un problema de la pobreza, si mellan fuerte cuando la marginalidad es mayor. Ser pobre no es un requisito para ser marginado. Muchos jóvenes que viven desde que nacen en exclusivos barrios privados se vuelcan a los estupefacientes por no encontrar contención en sus familias y entornos sociales más íntimos.

Y Molina analiza que al hablar de adicciones, la sociedad –con los medios de comunicación como parte- apuntan sólo contra la marihuana, la cocaína y las metanfetaminas. Pero hay otros problemas igual de graves. «Me preocupa más el alcohol en los chicos que la marihuana pero no quiere decir que me preocupe menos lo otro. Tenemos consumo de marihuana pero es altísimo el de alcohol”, dijo el titular de la Sedronar. Molina aseguró en declaraciones a radio Nacional Rock que le “preocupa dónde están las miradas y el circo que hacemos acerca de esto y cómo criminalizamos a partir de estos hechos».  «Me preocupa cómo toman alcohol y qué cantidad, lo bien visto que ésta, cómo está fomentado, cómo los padres no tienen conciencia de esto. No lo ven como un problema en sus hijos», se quejó el sacerdote. Según su análisis, el alcohol opera de “puerta de entrada” para muchos jóvenes hacia las drogas. E indicó que hasta su llegada, la Sedronar “no tenía la mirada sobre el alcohol sino sólo sobre la parcela de las drogas ilícitas”.

¿Cómo se combate? Molina no es de los que piensan que las drogas se reprimen sólo a punta de pistola contra los que transportan cargamentos. «Estoy convencido que el narcotráfico se ataca de abajo hacia arriba, creando conciencia, educando a la gente», consideró. «Estamos mal educados sobre el tema de adicciones y el narcotráfico, que no es estar mal informados. El que educa construye de otra manera. Cuando decís que un pibe paquero es un delicuente y que no puede salir, se crea una postura», cuestionó.

Sobre la despenalización de las drogas, dijo: «No voy a hablar en despenalizar, sino que el primer paso es la no criminalización”. Molina dice estar “convencido” que en 2015 se va a debatir el Código Penal y la no criminalización del consumo. «No te voy a hablar de erradicar las adicciones porque sería un iluso pero la meta de máxima está. Queremos que los centros sigan funcionando y que no se pueda volver atrás porque el año que viene será de muchos cambios”, señaló.

El sacerdote es realista y entiende que “el año que viene las adicciones no van a ser un problema (en la agenda mediática) porque el país va a ser de los candidatos», por lo que pidió “abrocharse” a la idea de “menos pibes internados y más trabajando”.

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