El rapero estadounidense Sean “Diddy” Combs continúa en el centro de la polémica mientras enfrenta múltiples acusaciones de tráfico sexual y abusos. Actualmente, está detenido y acumula un total de 25 denuncias, con un juicio programado para mayo de 2025.
Recientemente, un video inquietante tomó fuerza en las redes sociales, ofreciendo una visión retrospectiva sobre la personalidad del artista. Las imágenes datan de 2017 y están disponibles en su propio canal de YouTube.
Las mismas provienen de un docu-reality titulado ‘’Can’t Stop Won’t Stop’’, donde el rapero exploraba su vida y el proceso de creación de uno de sus discos.
En el video, se puede ver al polémico rapero recibiendo una noticia positiva que desencadena una reacción desmedida. Al recibir la llamada, Diddy explota en gritos y comienza a destrozar objetos en su escritorio para celebrar la noticia. “¿Creés que podrías reservar eso para el fin de semana del 14, cuando salga la banda sonora? Si es así, poné a alguien”, se escucha que dice antes de cortar la conversación.
Posteriormente, Diddy revela su euforia: “¡Tengo mi MTV! ¡Soy un salvaje! ¡Soy un salvaje! Lo que sea que quiera tener, lo tengo”, exclama, mientras lanza papeles entre otras cosas. Su exaltación continua hasta que señaló: “¿Qué sigue? Tengo que conseguirlo. No me voy a quedar jodidamente tirado. No lo voy a hacer. No puedo hacer eso, hombre. ¿Qué sigue? Dame algo más. ¿Qué no puedes hacer? Puedo hacerlo. Puedo hacer cualquier cosa”.
Mientras tanto, Diddy enfrenta un futuro incierto en la cárcel. El abogado Tony Buzbee, que es el que lleva adelante la mayoría de las demandas, ha indicado que se esperan al menos 100 demandas adicionales.
Las acusaciones en su contra incluyen obligar a víctimas a participar en actos sexuales mientras estaban bajo el efecto de drogas, registrando estos abusos en video para chantajearlas posteriormente.
La policía ha encontrado evidencia sumamente comprometedora en sus propiedades, incluyendo videos de los abusos, centenares de botellas de aceite de bebe y numerosas armas, lo que podría llevarlo a enfrentar penas de 15 años, hasta la cadena perpetua.