Ayer en el programa de A24 conducido por Esteban Trebucq, Javier Milei tuvo otro de sus fuertes enojos en vivo. Esta vez, alegando que a su alrededor las personas que pertenecían a la producción del programa hablaban mucho y que eso lo desconcentraba: “Podemos pedir que termine el murmullo detrás de cámara? Porque es muy difícil hablar con tanta gente hablando. Son temas muy delicados y veo que no cesan a pesar de mis cambios de tono para pedirselos de manera implícita”, manifestó Milei.
“Convengamos que estamos con un nivel de bullicio no convencional para temas tan complejos como los que estamos tratando y si yo le erro a mi me destrozan públicamente y nadie va a decir que atrás había un murmullo que atrás me estaba matando”, agregó, muy enojado y levantando el tono de su voz. “Va la vida de 47 millones en esto”, remató.
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Sobre eso, el periodista Roberto Navarro tuiteó: «Fuentes del canal aseguran que no había ningún ruido cuando el candidato se sacó, que el estudio estaba casi vacío. “Sólo él escuchaba ruidos”, manifestó el periodista. Esta mañana, el mismo conductor del programa «La Cruel Verdad», respaldó a Milei y admitió que en el estudio existía un ruido que estaba «por encima de la lógica televisiva».
El fastidio del libertario fue tendencia en las redes sociales donde se cuestiona su situación emocional, sobre todo tomando en cuenta que aún está en carrera para la elección presidencial. Milei miraba hacia arriba, gesticulaba con la boca, y hasta movía los dedos con nerviosismo. Incluso, en un momento, dejó escapar algunas lágrimas. “Estás llorando”; le hizo notar Trebucq.
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Pero también hubo momentos de euforia. Por ejemplo, cuando se puso a hablar sobre la imagen que subió a sus redes para conmemorar su alianza con Patricia Bullrich, fragmento que también revolucionó las redes: “¿Alguien vio las métricas de ese tuit? Tiene más de 250 k likes, tiene casi 16 millones de impresiones. ¡Solo en mi cuenta de Instagram el posteo tiene un millón de likes, ey!”, comentó con entusiasmo el libertario. “Pero no son votos, esos, Javier”; le recordó Trebucq. “No, no, pará, pará. Lo que quiero decir es, así como hay un salame o tres salames opinando desde una computadora… ¿Sabés qué? Mientras que ellos miran a la señorita por internet, yo estoy en el medio de sus sábanas”, expresó mientras gesticulaba.
Luego de que la gente de producción lo acompañara hacia la salida, el micrófono de Milei quedó abierto y se lo escuchó reprochando: “Pero no podés hablar tanto, me taladraste el oído». Segundos después el micrófono se cortó.
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