Por medio del Decreto 2/2025 publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno de la Nación declaró al año 2025 como el “Año de la reconstrucción de la Nación Argentina”. El nombramiento tiene como base la estabilidad lograda durante el primer año de gestión. Por eso, se consideró que a partir de ahora se implementarán políticas para seguir fomentando el crecimiento económico y reformas para mejorar la gestión.
Por medio de un comunicado de la Oficina del Presidente de la República Argentina, se detalló que “el año 2024 fue el año de “la defensa de la vida, la libertad y la propiedad de los argentinos”. Luego de 100 años de fracasos producto de políticas colectivistas que violentaron los derechos fundamentales de los argentinos, fue imprescindible implementar una agenda de profundas reformas para enfrentar la crisis heredada, y restituir así esos derechos”.
Cómo fue el camino
Por eso, se detalló que a través de reformas estructurales, como la sanción de la «Ley Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”, y “el arduo esfuerzo de cada uno de nuestros conciudadanos, hemos logrado estabilizar el país y hemos comenzado a recuperar las condiciones necesarias para emprender el camino de la prosperidad”.
Así, “detenida la hiperinflación hacia la que nos condujeron, y restaurados los valores esenciales de nuestra Patria, el año 2025 será un año para reconstruir los cimientos de este gran edificio que algún día fue la Nación Argentina”, expresa el comunicado emitido luego de la medianoche del viernes.
De ese modo, el Ejecutivo remarcó que desde “esta administración continuará apostando a las ideas de la libertad, a los valores históricos del pueblo argentino, y a cada uno de nuestros conciudadanos que quieren que Argentina sea grande otra vez”.
En el decreto publicado en el Boletín Oficial, se brindaron detalles sobre los motivos que llevaron a que el año 2025 sea considerado de reconstrucción. Al respecto, se indicó que durante el 2024 se buscó paliar la crisis en la que se encontraba el país y “no es posible desconocer que el ESTADO ARGENTINO presentaba un sobredimensionamiento estructural que afectaba negativamente el cumplimiento de sus fines esenciales en pos del bien común tanto en el plano social como en el económico”, detalla.
Además, se consideró que “el estado terminal de emergencia e inestabilidad macroeconómica impactaba gravemente en la situación económica, social y emocional de los argentinos, especialmente en los sectores más vulnerables, imposibilitando que puedan progresar y desarrollarse libremente”.