El Gobierno Nacional decidió postergar el aumento que estaba prevista para junio para evitar un nuevo golpe al poder adquisitivo de los argentinos y evitar que estos impacten en los números de inflación de los próximos meses.
La medida abarca a las distribuidoras de luz y gas, entre ellas Edenor, Edesur, Metrogas, Camuzzi, Transportadora de Gas del Norte (TGN), Transportadora de Gas del Sur (TGS), Naturgy y Transener, que de esta manera podrán «recuperar» esos ingresos a partir del primero de enero de 2025.
Esta sería la segunda vez consecutiva que el Gobierno de Javier Milei decide suspender la actualización automática mensual, que se había pensado para mantener constante el valor real de los ingresos que reciben las empresas de servicios. Así lo advirtió el ministro de Economía Luis «Toto» Caputo, señalando que la actualización ponía presión sobre la inflación del mes.
En ese sentido el gobierno libertario decidió dar marcha atrás. Además, se decidió cambiar la forma de actualización de las tarifas a las distribuidoras, tomando la expectativa de inflación futura y no la pasada, en una clara jugada en línea con la idea de que la inflación entró en un sendero descendente.
Este congelamiento de las tarifas se da en el marco del programa de quita de subsidios para los sectores de ingresos bajos (N2) y medios (N3), que tendrán subas por el componente de los precios mayoristas de la electricidad Precio Estacional (PEST), y del gas, en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST).
La administración nacional aspira a que en un plazo de seis meses se eliminen la mayor parte de los subsidios y que en ese plazo se pague el costo real de la energía, en tanto que el esquema de asistencia del Estado apunte a los “que realmente lo requieran”.