Científicos argentinos realizaron un hallazgo impactante al descubrir una mutación genética que hizo a los mosquitos Aedes aegypti, los principales transmisores del dengue, entre seis y diez veces más resistentes a insecticidas comunes.
Este descubrimiento, publicado en la revista Parasites & Vectors, proporcionó una explicación clara al aumento de casos de dengue en el país y planteó un desafío considerable para su control.
Laura Harburguer, investigadora del Conicet, reveló: “Hemos identificado una mutación genética que confiere una alta resistencia a los mosquitos cuando se les aplica insecticidas del grupo de los piretroides”.
Esta resistencia no solo se limitó a esta mutación, ya que se vinculó con otras dos que se reportaron previamente, lo que facilitó la supervivencia de los insectos a dosis que deberían ser letales.
El estudio llevó a cabo un análisis de muestras de mosquitos en diversas provincias argentinas, lo que confirmó que el problema de resistencia a los piretroides fue generalizado en la población de estos insectos.
La investigadora comentó que “las intervenciones basadas en insecticidas fueron exitosas durante muchos años, pero el uso excesivo llevó a la evolución de resistencia en los mosquitos”. Frente a esta alarmante situación, los investigadores sugirieron el uso de pirimifosmetil, un insecticida recomendado por la OMS y que aún no estuvo aprobado en Argentina.
Sin embargo, Harburguer enfatizó la importancia de no depender exclusivamente de este tipo de soluciones: “Si seguimos dependiendo únicamente de los insecticidas, seguiremos enfrentando este problema”, advirtió.
Para lograr un control efectivo del dengue, fue crucial implementar un enfoque multifacético que incluyó medidas como el descacharrado y la participación activa de la sociedad. En su análisis, Harburguer expresó que “si el control se basa solo en un tipo de insecticida, su aplicación repetitiva generará resistencia”.