El régimen de Nicaragua, que lidera el dictador Daniel Ortega, anunció este lunes que retirará a su embajador en Argentina, Carlos Midence, por la próxima asunción de Javier Milei como presidente de Argentina y sus “reiteradas declaraciones” contra el gobierno nicaragüense.
“Frente a reiteradas declaraciones y expresiones de los nuevos gobernantes, el Gobierno (...) ha procedido a retirar a su Embajador, compañero escritor y comunicólogo, Carlos Midence”, aseguró el canciller Denis Moncada en un breve comunicado que se publicó en medios estatales de la capital Managua. “El retiro se hace efectivo de forma inmediata”, antes de que asuma el nuevo mandatario, se detalló.
Esta decisión se da después de que Ortega y los líderes dictatoriales de Cuba (Diaz Canel), Venezuela (Maduro) e Irán (Raisi) no fueran invitados a la ceremonia de traspaso de mando entre el presidente saliente, Alberto Fernández, y Milei. La invitación no fue extendida debido a las diferencias marcadas por la próxima administración libertaria, que quiere diferenciarse de estos regimenes y como contracara de las políticas internacionales del actual mandato.
En este sentido, se conoce que Estados Unidos y la Unión Europea sancionaron reiteradas veces al régimen de Ortega, sobre todo cuando se cerraron a la fuerza más de 3.000 asociaciones, ONG y sindicatos, tras las protestas de 2018, donde se detuvieron a cientos de críticos y posibles candidatos a la presidencia que podían arrebatarle el poder.
A pesar de haber felicitado a Milei el día de su victoria, celebrar las elecciones pacíficas que se llevaron a cabo y autodefinirse como “defensores de los principios de no intervención, respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos”, el gobierno de Ortega tomó la decisión de retirar finalmente a su embajador en Argentina. El ex representante de Nicaragua ante la OEA, Arturo McFields, se diferenció hace un tiempo de la “dictadura” de su país y exigió la liberación de los presos políticos. En las últimas semanas, dijo que con el triunfo del libertario “se rompe el poderoso bloque de izquierda latinoamericano” y es “un golpe para las dictaduras criminales de Cuba, Nicaragua y Venezuela”.